John Daly sigue dando mucho juego... pero no en el campo de golf, sino a los periodistas. El polémico jugador norteamericano envió siete bolas al agua en el hoyo 11 y abandonó el campo en el Open de Australia, que se está disputando en Sidney. Con una reputación más que empañada, Daly podría haber ido demasiado lejos esta vez con la jerarquía del golf australiano, que le ha prohibido, de momento, jugar en el Circuito de Australia durante dos semanas.

"Es muy decepcionante para el torneo que se haya comportado en el campeonato de esa manera", dijo Trevor Herden, director de torneos del Tour de Australia. "Es ya una costumbre”, añadió.

Daly iba 7 sobre par tras 10 hoyos en la primera jornada del torneo después de haberse enfadado en ese hoyo al golpear una bola de prácticas que estaba en el bunker creyendo que era la que él había pegado desde el tee. Fue penalizado con dos golpes y necesitó además tres putts para embocar, lo que le supuso anotarse un triple bogey.

En el hoyo 11 mandó al agua bola tras bola, alguna de ellas naufragando en pleno centro del lago. Momentos más tarde, Daly estrechó la mano a sus compañeros de juego, Craig Parry y Mahan Hunter, y abandonó el campo. Hubiera pegado su decimosexto golpe si hubiera salido en el siguiente hoyo.

Mahan comentó luego:"No es bueno para nadie lo que John hizo; es una pena porque es una persona agradable”.

Por su parte, Parry se mostró comprensivo y dijo que Daly tenía el palo adecuado para alcanzar el green pero el viento era más fuerte de lo que calculó. "Me gusta John: es un gran tipo", dijo Parry.

Daly escribió en Twitter para explicar su comportamiento y dijo que "cuando te quedas sin bolas, te quedas sin bolas, sí. Estrechó la mano de mis compañeros y firmé mi tarjeta".