Está claro que hay personas que saben sobreponerse ante las adversidades, y Kyle Stanley es un claro ejemplo. El jugador norteamericano se recuperó el domingo de una derrota devastadora para consagrarse en el Open de Phoenix al superar una desventaja de ocho golpes en una remontada tan increíble como su derrumbe de la semana anterior en San Diego, donde ‘perdió’ el torneo tras perpetrar un triple bogey en el 18 cuando tenía el campeonato prácticamente ganado. Stanley terminó llorando en aquel torneo después de haber perdido una gran ventaja y caer en el desempate, pero esta vez aprovechó el desplome de Spencer Levin para ganar su primer título del Tour Americano. El ganador terminó con una ronda sin bogeys para registrar 65 golpes, seis bajo par. Convirtió un putt para par de 1,2 metros (cuatro pies) en el hoyo 18 de par cuatro y concluyó el torneo con 269 impactos, 15 bajo par. Ben Crane terminó a un golpe tras una ronda final de 66. Levin, que tenía seis golpes de ventaja al inicio de la jornada, anotó 75 en su tarjeta y quedó a dos impactos del campeón.