Era su último cartucho, y estaba en juego nada menos que la postrera plaza para poder jugar el Masters de Augusta. Y no falló el tiro. Ocurría en el último hoyo de la última ronda del Houston Open y el protagonista era Ian Poulter. El jugador inglés estaba a un golpe del líder en ese crucial momento, el joven estadounidense de 23 años Beau Hossler, y tenía ante sí un put de seis metros que, de embocarlo, le supondría forzar el playoff. Y lo hizo.

Su joven contrincante no aguantó la presión ni los nervios y en el primer hoyo de desempate se fue de bunker a bunker y luego al agua. Con el par, Poulter lograba un nuevo triunfo en su carrera y el pasaporte para disputar el primer grande de la temporada, el muy esperado Masters de Augusta, que este año promete ser un espectáculo mayúsculo, especialmente por la reaparición de un Tiger Woods que parece haberse recuperado por fin totalmente de sus lesiones y vuelve a lucir un juego extraordinario.

Compartieron la tercera plaza del Houston Open el estadounidense Jordan Spieth y el argentino Emiliano Grillo. El único español en el torneo, Rafael Cabrera-Bello, tuvo que despedirse prematuramente de la competición al no superar el corte, con sendas vueltas de 71 y 77 golpes.