El estadounidense Patrick Reed, que no se anotaba un triunfo en el PGA Tour desde hacía dos años, ha conquistado su primer grande en un Masters que ha registrado epìsodios extraordinarios. Jon Rahm ha terminado cuarto, a cuatro golpes del campeón, quien se ha impuesto con 15 bajo par. En segunda posición, con un golpe más, se ha clasificado Rickie Fowler, y tercero ha sido, tras haber protagonizado una increíble ronda de 64 golpes para un global de -13, Jordan Spieth, ganador del Masters en 2015.

Reed (-15) recupera así  la chaqueta verde para los estadounidenses, después de las victorias del inglés Danny Willett en 2016 y el español Sergio García en 2017.

El texano de 27 años estuvo a punto de lograr cuatro rondas (69-66-67-71) por debajo de 70 golpes, algo que nadie ha conseguido todavía en la historia del Masters de Augusta.

Mientras, Rahm, de 23 años, acababa con un resultado de -11 y se codeaba durante la última jornada con la flor y nata de su generación, los estadounidenses Rickie Fowler, Jordan Spieth y Patrick Reed.

Con este cuarto puesto, el golfista de Barrika, se consolida en el tercer puesto del ránking mundial y demuestra que tiene claras opciones de conquistar alguno de los tres grandes que quedan por disputar esta temporada, el US Open, el Open Británico y PGA Championship.

Rafael Cabrera-Bello terminó clasificado en la 38 posición, con un global de 3 sobre par tras haber firmado una última vuelta de 72.

Tiger Woods no cumplió las alta expectativas que se habían depositado en él en vísperas del torneo y acabó en el puesto 32 con un total de +1.