El presunto asesino de la golfista española Celia Barquin Arozamena, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el 17 de septiembre en un estanque de un campo de golf en Ames, Iwoa, se ha declarado inocente en una comparecencia judicial celebrada ayer para confirmar cierta información sobre el caso. El juicio contra Collin Richards, de 22 años, los mismos que tenía la víctima, está programado para el 15 de enero. El acusado se enfrentará a una posible condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional si es declarado culpable.

Las órdenes de registro han revelado más detalles sobre la muerte violenta de la golfista. Inmediatamente después del asesinato, Richards supuestamente se había duchado en la casa de Christopher Johnston, cuya casa está cerca. Johnston dijo a la policía que Richards había llegado cubierto de sangre. Se bañó, pero rechazó la oferta de Johnston de lavar su ropa antes de partir con ropa ensangrentada en una mochila.

Varios días después, el 20 de septiembre, los agentes fueron llamados a la escena cuando se produjo un incendio en el garaje de la casa de Johnston. Allí los investigadores recuperaron dos cuchillos de cocina que podrían estar relacionados con el asesinato y que se suman a otro que se encontró en un campamento donde se creía que Richards se alojaba.

Ahora han trascendido detalles de cómo se produjo el ataque mortal a la joven española. El informe policial dice que las evidencias de la escena del crimen indicaron que la víctima sufrió tres cortes en el centro del pecho, otro en la parte posterior de la cabeza, otro entre los omóplatos y otro en la pantorrilla izquierda.

La autopsia encontró que los cortes presentaban dos marcas de dentado diferentes. Según el informe, esas heridas podrían provenir de un cuchillo con una hoja de diez centímetros o más, descripción que coincide con uno de los cuchillos encontrados por los policías.

El día del asesinato, Richards tenía un corte reciente en la mano que trató de ocultar a los oficiales.