El caddie Kenny Harms puede presumir de tener uno de los mejores jefes del Circuito Americano. Y es que Kevin Na, a quien acarrea los palos desde hace una década, le tiene en gran estima. "Es como si fuera mi hermano", ha dicho de su caddie el campeón estadounidense, que este fin de semana se ha impuesto en el Charles Schwab Challenge en el Colonial Country Club, logrando su tercera victoria en el PGA Tour.

Na se embolsó por su triunfo un cheque de 1,3 millones de dólares, pero es que además de esos emolumentos le correspondió en suerte un peculiar regalo: un automóvil clásico restaurado, en concreto un Dodge Challenger de 1973.  Na no se lo pensó dos veces e inmediatamente regaló el coche a su caddie. 

"No sé cómo mi caddie me convenció para darle el coche, pero creo que es un buen vendedor", dijo Na después de sellar una ronda final de 66 golpes para asegurarse la victoria por cuatro golpes sobre Tony Finau. "Pero estoy más que feliz por dárselo: se lo merece".

Na y Harms llevan trabajando juntos 11 años, y al parecer los dos llegaron a un acuerdo antes de que comenzara el torneo en el Colonial con respecto al coche que se exhibía no lejos del green 18, un acuerdo en el que Na no tuvo ningún problema en cumplir. Eso sí, con una advertencia, él quería ser el primero en pisar a tope el acelerador.