Si gana este domingo, Tiger Woods recuperará el número uno del golf mundial, trono que perdió en octubre de de 2010 y que ahora ostenta el norirlandés Rory McIlroy, quien no compite esta semana en el PGA Tour. La primera jornada del Arnold Palmer Invitational, que comenzó ayer, confirmó la buena racha del Tigre. El californiano, que ha ganado ya dos torneos esta temporada (el Farmers Insurance en enero y el Cadillac Championship este mes), arrancó con tres bajo par, a cuatro golpes del líder, el inglés Justin Rose. Tiger firmó cuatro birdies, un eagle y tres bogeys en la primera jornada de un torneo que puede ser histórico para él.

Igual de buena que para el Tigre fue la jornada para el español Gonzalo Fernández-Castaño, también con tres bajo par (tres birdies, un eagle en el 16 y dos bogeys), mientras que Sergio García recuperó al final (de nuevo eagle en el par cinco del 16) para acabar la jornada en el par del campo con 72 golpes.

Tiger podría rematar el domingo una semana plena de felicidad si vuelve a levantar, por octava vez en su carrera, el trofeo como ganador en el Bay Hill de Orlando, Florida. Con ello se convertiría en el segundo  jugador en haber  ganado ocho veces un mismo torneo en el Circuito Norteamericano. El otro es el legendario Arnold Palmer, que se impuso ocho veces en el Greater Greensboro Open, la primera en 1936 y la última en 1965.