El inglés Justin Rose ha entrado en la Olimpo de campeones del Grand Slam al adjudicarse en el campo de Ardmore (Pensilvania) el US Open, segundo Grande de la temporada. Rose se convirtió en el primer inglés en ganar este major desde Tony Jacklin en 1970, en una final llena de tensión luego de que el líder de las tres primeras rondas, el estadounidense Phil Mickelson, fallara en conseguir un birdie que le hubiera llevado a un desempate con el europeo.

El inglés, nacido hace 32 años en Johannesburgo (Sudáfrica), había comenzado el día dos golpes detrás de Mickelson, pero con tres birdies y dos bogeys logrados en los primeros nueve hoyos superó al zurdo de oro.

Gonzalo Fernández-Castaño logró meterse en las posiciones de honor y terminó décimo, en la que era su segunda participación en este torneo del Grand Slam.

Éste es el primer major en la carrera de un Rose que finalizó la ronda final con una tarjeta de 70 golpes (par del campo), y terminó quedándose con el trofeo con un 1 + par tras las cuatro rondas.

El inglés rescató la bola del hoyo, la apretó con fuerza en la mano, muy cerrada, mientras cabeza al cielo visualizaba con los ojos cerrados la imagen de su padre recientemente fallecido. Por su rostro cayeron las lágrimas en el 'Día del padre' en los Estados Unidos. En su corazón y paralelamente, la alegría era inmensa.

 

Rose debutó con 16 años en un torneo de Grand Slam, el Open Británico. Después, su cortejo ha durado otros largos 16 años. Media vida se la pasado Rose buscando levantar un trofeo de los denominados 'grandes'.

El U.S. Open sigue siendo el campeonato grande que se le niega a Mickelson, pues terminó por sexta ocasión en su carrera con el segundo lugar. En esta ocasión compartió ese puesto con el australiano Jason Day.

Phil tenía todo para coronarse en esta ocasión, sin embargo, un + 3 en la ronda final lo dejó sin posibilidades para coronarse.

Tiger Woods tuvo un fin de semana para el olvido, finalizando empatado en la posición 32 con un terrible +13 en el campeonato.