Ignacio Apolinario Zárate es uno de los veteranos y experimentados gerentes de campos de golf de la Costa del Sol. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, se enroló hace más de dos décadas en el mundo laboral del golf, primero como director en Las Brisas y posteriormente con ese mismo cargo en otro de los grandes clubes marbellíes: Santa Clara Golf. En esta entrevista habla de las cualidades de este campo y de diversas cuestiones relativas al golf costasoleño.

–¿Qué tiene Santa Clara Golf mejor que otros campos de golf?, ¿cuáles son sus particularidades?

–Es un campo comercial que está muy cerca de Marbella, el club cuenta con unas instalaciones estupendas y lo que yo destacaría especialmente es que el campo tiene un mantenimiento excepcional y siempre se ha caracterizado por tener unos greenes rápidos. Es un campo que gusta mucho, que tiene sus retos pero que no es excesivamente complicado. El recorrido presenta un balance estupendo y yo resaltaría los hoyos 11, 12 y 13, el Amen Comen de Santa Clara, un par 4, un par 3 y un par 5 que son un gran reto para los jugadores. Y estamos en un entorno fantástico, al lado de Marbella y del Hospital Costa del Sol, con lo que es un alivio saber que la sanidad está tan cerca por si pasara algo.

–¿Con qué otras instalaciones golfísticas cuenta Santa Clara además del campo de 18 hoyos?

–Tenemos una magníficas instalaciones de prácticas, con un campo de prácticas muy grande con tees en cada extremo. En la parte superior del driving range se encuentra la Escuela de Golf de Santa Clara, que dirige David Guasch y la parte baja está abierta a todos los jugadores. En esta zona todo es hierba, mientas que en la parte de arriba el campo de prácticas cuenta con moquetas y zona techada.

–Aparte de green fees, ¿hay algún tipo de abonos para jugar con frecuencia en Santa Clara?

–Antes teníamos abonados de carácter mensual, semestral o anual, pero esto ha cambiado y ahora somos un campo puramente comercial de green fees.

–La empresa propietaria de Santa Clara Golf tiene campos en Cádiz, Granada y Málaga, tres zonas de golf muy diferentes. ¿Qué diferencias fundamentales hay entre ellos?

–La verdad es que son tres campos de golf completamente distintos. El Grupo Santa Clara es de las pocas empresas en Andalucía que tiene inversiones muy diversificadas en el golf. El campo de Marbella es puramente comercial, de green fees, como he comentado, mientras que Santa Clara Golf Granada es un campo de socios, donde la actividad se centra en captar al cliente de la ciudad. El recorrido es fantástico, largo, con greenes amplísimos, con vistas maravillosas debajo de Sierra Nevada. El tercero, Montenmedio, es un campo muy especial, en un entorno de encinas, alcornoques, no ves un casa en el entorno…  es un campo precioso. También hay una fauna muy variada. Es curioso porque hay una especie protegida, unos ibis, y viene incluso personal de la Junta de Andalucía con unos radares para hacerles un seguimiento. Aparte de los ibis, hay venados, jabalíes… La verdad es que es un entorno excepcional, un auténtico paraíso. Y además tiene un pequeño hotel rural, piscina, tenis, pádel, instalaciones ecuestres…

–En los últimos tiempos, el golf costasoleño está mejorando mucho y registrando unas buenas cifras de ocupación. ¿Cómo ha empezado el año para Santa Clara y qué previsiones maneja?

–El año pasado fue fantástico para el golf en la Costa del Sol, no sólo para Santa Clara, que fue muy bueno y volvimos otra vez a la senda de los beneficios después de muchos años de crisis, y para este año las perspectivas son muy buenas. Hemos empezado el año igual que el pasado, al mismo nivel de facturación y de jugadores, y las perspectivas son muy halagüeñas. La situación política internacional, con todos los problemas que hay en otros países, ha beneficiado mucho a nuestro destino y lo que hay que hacer ahora es mantenerlo mediante calidad, buenos servicios y precios competitivos. Lo que está claro es que tenemos que seguir luchando duro, y la verdad es que en la Costa del Sol las cosas se están haciendo muy bien con el Patronato (de Turismo de la Costa del Sol) y Turismo Andaluz.

–¿Qué sería de la Costa del Sol de octubre a mayo, cuando no es temporada de playa, si no tuviéramos golf?

–Se viviría una situación complicada porque muchos negocios viven gracias al golf, son totalmente complementarios y dependientes de nosotros. Yo siempre he dicho que lo que fueron los Altos Hornos para Vizcaya es el golf para la Costa del Sol. Aquí el modelo turístico de sol y playa obviamente se termina en el mes de octubre, y después gracias al golf sigue viniendo mucha gente que se aloja en hoteles o apartamentos, sigue consumiendo en restaurantes, comprando en tiendas, y obviamente esto hace que la economía local se vea beneficiada.