Hay campos bonitos, hay campos atractivos, hay campos espectaculares… y hay campos deslumbrantes, como Teeth of the Dog. Es prácticamente imposible sustraerse del hechizo que provoca jugar este sensacional recorrido enclavado en Casa de Campo, el famoso resort dominicano del municipio de La Romana, en la costa sureste del país.

Sus siete hoyos bañados por el mar Caribe –especialmente sus tres pares 3– constituyen una experiencia de difícil parangón, y los once restantes del recorrido no desmerecen en absoluto del conjunto. No en vano, este campo se ha convertido con todo merecimiento en el destino más codiciado del Caribe para golfistas de todo el mundo.

Quedan menos de tres años para que Dientes de Perro cumpla sus bodas de oro. En 1971 se estrenaba la obra magna de uno de los más célebres diseñadores de golf, el norteamericano Pete Dye, autor asimismo de los otros dos trazados de 18 hoyos que tiene Casa del Campo.

Dye fue contratado para que diseñara un campo en unos terrenos muy secos que había cerca de una plantación de caña de azúcar en La Romana, pero una vez allí y al explorar la línea costera pensó que podría crear algo realmente extraordinario. Con el concurso de 300 trabajadores dominicanos se preparó el campo trayendo tierra en carretas desde zonas del interior y hubo incluso que romper zonas de roca a base de martillos, picos y cinceles. Fue un trabajo artesanal, un campo hecho literalmente a mano.

El campo de golf se llamó en principio Cajuiles, en referencia a los árboles de ese nombre que crecían en las montañas, pero fue cambiado a Dientes de Perro cuando cuando Dye escuchó a los nativos referirse a la roca de coral con ese nombre por la apariencia afilada de los dientes de un can.

“Casi por accidente, vi ante mí el lugar más hermoso junto al mar para un campo de golf, no me di cuenta de que mi maravilloso descubrimiento sería el comienzo de una devoción de por vida a este país caribeño y su gente cálida y amable”. Así hablaba de su obra Pete Dye, quien afirmó que el diseño era relativamente sencillo porque “Dios hizo siete hoyos”, en referencia a los que bordean el mar, y él sólo tuvo que crear los once restantes.

El hoyo 5, par 3 de 160 metros, es el primero de los costeros, con su pequeño green adentrado en el mar y expuesto a los vientos que soplan hacia la costa, lo que obliga a hacer volar la bola sobre las cristalinas aguas caribeñas. Es el hoyo emblemático de Dientes de Perro, por su grado de dificultad e inmejorables vistas. El siguiente par 3 es el 7, que requiere también sobrevolar el oleaje y en la misma dirección que el 5, pero esta vez a un green rodeado de impresionantes trampas de arena.

El green del 8, par 4 de 373 metros, entrañada grandes complicacionescon, con varias posiciones de bandera sólo accesibles para los jugadores más expertos.

El campo luego se vuelve tierra adentro en el 9, y hay que jugar cinco más para volver a la línea de costa y enfrentarnos a tres hoyos bañados por el Caribe comenzando en el magnífico 15. Al igual que el 17, este hoyo de estilo se extiende a lo largo del borde del acantilado con el mar al acecho a la derecha para atrapar toda bola que se desvíe desde el lado izquierdo. Emparedado entre estos grandes pares 4 se encuentra el último par 3, un emocionante hoyo que se extiende desde una ensenada rocosa hasta un green de enormes proporciones que descansa sobre una cornisa.

El inmediato éxito de Dientes de Perro ayudó a Pete Dye a cimentar su fama como uno de los mejores diseñadores del mundo.

El campo, par 72, ha sido anfitrión de innumerables torneos nacionales e internacionales, entre los cuales se encuentran el  PGA Tour Dominican Republic Open y por dos ocasiones el Campeonato Amateur de América Latina (LAAC).

Dye ha diseñado otros tres trazados en Casa de Campo: The Links y Dye Fore, ambos de 18 hoyos, y Dye Fore Lakes, de 9.

The Links, de inspiración escocesa e inglesa, presenta un estilo más tradicional que Dientes de Perro. Rodeado de árboles de mango y flamboyán, el agua entra en juego en cinco hoyos. Dye Fore tiene hoyos sobre espectaculares acantilados que caen 100 metros hacia el río Chavón. Ofrece vistas espectaculares al mar, las montañas, el río, la marina de Casa de Campo Marina y el pueblo de artistas Altos de Chavón.

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EL DISEÑADOR: PETE DYE, UNO DE LOS MÁS GRANDES

El estadounidense Pete Dye, considerado el mejor diseñador de campos de golf de los últimos 60 años, es una verdadera leyenda. Casa de Campo cuenta con nada menos que tres trazados de 18 hoyos diseñados por él, distintos entre sí pero desafiantes por igual.

Con un estilo orgánico y práctico que consolidó después de visitar la cuna del golf, Escocia, los elementos que llevan la firma de Dye (como desniveles con durmientes y pequeños búnkeres) se han visto influenciados por la historia de este deporte.

Además de crear el mejor campo del Caribe, Teeth of the Dog, Dye también ha diseñado campos famosos a nivel mundial como el Stadium Course en el TPC de Sawgrass, el PGA West course, el Ocean Course en la Isla Kiawah, el Whistling Straits, además de colaborar con Jack Nicklaus en el Harbour Town Golf Links de Hilton Head, en Carolina del Sur.

A punto de cumplir 93 años (29 de diciembre de 1925), Pete Dye no es apenas consciente de su existencia. Puede jugar al golf, pero no es capaz de mantener una conversación, de expresar con palabras su ahora devastado mundo interior: padece Alzheimer.

Entre los muchos premios y reconocimientos recibidos a lo largo de su dilatada carrera, destaca el de su inclusión en el Salón de la Fama de Golf Mundial en 2008.

La premisa de los diseños de Dye es que la experiencia de golf tiene que ser memorable, que el jugador sea capaz de recordar los 18 hoyos al terminar la vuelta, y para ello hay que evitar hoyos vulgares o repetidos.

Los hijos de Pete, Perry y Paul Burke, han seguido las huellas profesionales de su padre y también diseñan campos de golf.

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CASA DE CAMPO RESORT: UN PARAÍSO EN LA ROMANA

Casa de Campo Resort es una gema tropical situada en la costa sureste de República Dominicana junto al impresionante río Chavón y poseedora de una exuberante vegetación. Es un hotel, resort y comunidad residencial que se extiende sobre casi 3.000 hectáreas de terreno, un destino sin igual en el Caribe.

Las opciones de alojamiento son múltiples, y el hotel o las villas ofrecen lo máximo en lujo y servicios. Incluyen piscina privada, amplias terrazas, mayordomo privado, camarera, jardinero y por un costo adicional el servicio de un chef personal, si lo desea. Un lugar perfecto para unas vacaciones en familia, para jugadores de golf, parejas, amigos, reuniones de grupo y bodas.

Además de sus cuatro campos de golf, Casa de Campo tiene una amplia variedad de opciones deportivas, cada una de ellas con equipos de expertos y las más modernas instalaciones que se puedan encontrar en el Caribe.  Asimismo, cuenta con un gimnasio, exclusivo spa, una marina, un club de yates y una playa privada, en donde se puede disfrutar de un gran número de deportes acuáticos.

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3 COSAS SOBRE TEETH OF THE DOG

BRILLA EN LOS RANKINGS

Dientes de Perro figura bien destacado en los principales rankings internacionales, siempre en el Top 100 mundial: número 1 del Caribe por The Top 100 Golf Courses, 48 del mundo por Golf Magazine, 52 por Golf Digest, 55 por Planet Golf, 65 por Architects’ Choice...

EL PRECIO DE LA CALIDAD

Jugar un campo como Dientes de Perro no está al alcance de todos los bolsillos, pero bien merece la pena hacer un esfuerzo para disfrutarlo. El green fee cuesta 395 dólares  (94  para los menores de 18 años).

NO ESCATIME EN BOLAS

No es cuestión de meter miedo a nadie, pero lo mejor es que si va a jugar en Dientes de Perro lleve una buena cantidad de bolas por si la suerte no le sonríe en los pares 3 que bordean al mar y éste engulle unas cuantas.