Desde que estuve aquí la última vez, hace ya años, las cosas han cambiado mucho, y para mejor. Se construyó un segundo campo de 18 hoyos y mejoraron ostensiblemente las comunicaciones con el resto de la Costa. Ahora este campo enclavado en la zona de Sotogrande está mucho más cerca del epicentro de la Costa del Sol, ya que a Marbella se tarda poco más de 20 minutos en coche. El club de golf tiene en la actualidad 540 socios, de los cuales el 80 por ciento no son españoles y proceden en su inmensa mayoría de países europeos. Al llegar a la entrada flanqueada por árboles me llamó la atención inmediatamente lo limpia y ordenada que estaba la zona. Ya en la tienda del club, me gestionaron rápidamente mi reserva y contestaron mis preguntas con gran amabilidad. La relación precio/calidad en San Roque Old Course es excelente teniendo en cuenta que estamos ante uno de los mejores campos de España. Los jugadores visitantes pueden disfrutar de este magnífico campo, con un horario de salidas diario entre las 12.00 y las 14.24 horas, con green fees entre 120 y 160 euros, en temporada baja y alta, respectivamente. Junio y septiembre son meses fantásticos para beneficiarse de las tarifas de temporada baja mientras se disfruta de un clima espléndido.

Alrededor de este campo existen lujosas villas en grandes parcelas, por lo que no entran en absoluto en juego ni lo estorban. En 2004 se abrió el segundo campo de golf del resort. Diseñado por Perry Dye y Severiano Ballesteros, el New Course se caracteriza por su alta calidad técnica, su trazado preciso y su acabado y ajardinamiento impecables. Es, sin ninguna duda, un campo de golf muy por encima de lo que habitualmente se hace en España, e incluso en Europa. La empresa propietaria del complejo, Asahi Kanko, del empresario japonés Shun Tezuka, ha mantenido siempre un alto nivel de exigencia, ha cuidado muchísimo todas sus realizaciones y, sobre todo, el entorno natural de sus campos. El New Course no lleva ninguna vivienda en su entorno más próximo, de modo que ningún edificio perjudica o interfiere en el juego. Se da la circunstancia de que los dos campos de San Roque Club obtienen una puntuación de 85 sobre 100 en la prestigiosa guía “Rolex World’s Top 1000 Golf Courses”. Muy pocos resorts de golf logran una puntuación tan alta incluyendo todos sus recorridos.

El San Roque Old tiene ya 20 años de vida y un rico curriculum deportivo: acogió las finales de la Escuela de Clasificación del Circuito Europeo desde 1993 a 2007, así como el Open de España en 2005. El New Course también fue escenario del Open de España, en 2006, y de la Escuela del Tour Europeo, entre 2004 y 2007. Antes de jugar el San Roque Old tomé un pequeño almuerzo en la terraza del bar/restaurante desde la que se ve el putting green y el campo de golf. Comí un sandwich club y pedí un botellín de agua y un café, todo ello por un precio razonable. El reluciente buggy contenía dos botellines de agua, la tarjeta del recorrido y un lápiz, y todos los días aparece impresa en la tarjeta la posición de bandera. Otra atención al cliente es que te suministran fruta fresca en el campo. (Los pequeños detalles marcan la diferencia).

Alcornoques y bunkers

Ya desde el primer tee, era difícil no sentirse impresionado con las franjas dejadas por las máquinas cortacésped en la calle que va serpenteando durante 357 metros hasta el green. La primera mitad del recorrido se caracteriza por los alcornoques y los bunkers y durante el transcurso del juego hay que andarse con cuidado para no mandar la bola a uno de esos peligrosos lugares.

A unos 45 metros antes del green hay un bunker a la derecha que mide 85 metros de largo. Desde esa posición se divisa una magnífica zona de juego corto y tees de hierba, justo al norte del campo de prácticas. Se trata de instalaciones diseñadas para grupos corporativos o con pros que quieren practicar antes de salir al campo. El segundo hoyo es en realidad una continuación del primero, cuesta abajo, ya que oscila suavemente a la derecha, y termina en un green circular que se inclina de atrás hacia adelante. El tercero es un par 3 que mide tan sólo 143 metros que no se puede fallar por la derecha si se desea ver la bola de nuevo. El alargado pero estrecho green es a veces difícil de leer, pero, en definitiva, no es un hoyo muy difícil. De hecho, los tres primeros hoyos ofrecen una apertura suave a un campo de golf que se va complicando a medida que avanza, y para cuando se llega al green del 18 se han utilizado todos los golpes posibles en un intento de dominarlo. De hecho, en los próximos tres hoyos se inicia el reto con un enorme fuera de límites a la derecha en el 4, mientras que en el 5, par 5, tiene un obstáculo en ese mismo lado y se juega a un green elevado, a cuya izquierda hay un vetusto alcornoque encuentra en solitaria magnificencia.

El 6, par 4, es el índice 1 del campo,y es aquí donde el jugador se encontrará con un obstáculo de agua serio por primera vez. Un gran lago,con una llamativa cascada, ocupa una cantidad considerable de la zona de caída de bola, de modo que hay que tener cuidado con la selección del palo. El séptimo es un par 3 que se juega cuesta arriba, mientras que el 8 discurre en la dirección opuesta. Con fuera de límites a derecha e izquierda, el golpe de salida debe e ser recto, si bien la calle, ondulada, es bastante ancha. El green está muy bien protegido por alcornoques, y luego nos dirigimos de vuelta hacia la casa club para jugar el 9, par 5. Un gran bunker en la calle a unos 260 metros del tee es el primer problema y, si lo evitamos, hay siete bunkers más que rodean el amplio green con que se cierra la primera mitad del recorrido.

El 10 es otro par 5 que presenta un dog-leg muy marcado a la izquierda. Para tener alguna posibilidad de par, el drive debe dirigirse hacia la derecha, pero teniendo cuidado con el bunker que acecha el golpe de salida. A la salida del green de ese hoyo, se pasa de nuevo por una zona de coloristas flores se cruza una pequeña carretera para llegar al tee de un hoyo espléndido, el índice 2. El hoyo mide 384 metros (desde amarillas) y tiene un pequeño arroyo serpenteante diagonalmente en la calle, mientras que un lago, a pocos metros del lado derecho del green, hace que el golpe de approach intimide bastante. Desde el tee del 12 se hace evidente que los problemas creados por los alcornoques han dado paso ahora al agua. Este hoyo tiene dos lagos conectados por un pequeño arroyo, creando una zona muy vistosa en el campo de golf. El lago junto al green merece sin duda atención, aunque, afortunadamente, el green es muy grande. De nuevo atravesamos una zona de bellos arriates, pasamos una carretera, y llegamos a un área diferente del campo para enfrentarnos a los tres próximos hoyos. El 13 es un par 4 cuesta abajo con un claro dog-leg a la izquierda, donde es fácil salirse de la calle. Hay un bunker a la derecha que mide unos 100 metros de largo y se extiende hasta llegar junto al green.

El 14 es un par 3 termina en un green elevado y presenta como telón de fondo las siluetas de los árboles y el cielo. El 15 sólo puede ser descrito como una complicada pendiente que gira a la izquierda, con bunkers en la calle, y luego, por fin, retorno al campo de golf principal, donde los tres últimos hoyos revitalizarán tus grandes sensaciones con respecto a San Roque Club. El 16, par 3, se juega a un green elevado que tiene un bunker a la derecha y ocho magníficos alcornoques protegiéndolo por su parte izquierda. Estos árboles realmente ejercen bien su labor de guardaspaldas del green y causan estragos en más de una tarjeta. El 17 es el último par 5 del San Roque Old y un buen hoyo largo y recto. El problema principal es un gran lago situado a la derecha frente al green, que se tragará un approach aunque la bola salga sólo ligeramente desviada. El 18 puede considerarse el mejor hoyo del recorrido. Tiene un pronunciado dog-leg a la izquierda, en cuyo ángulo hay un lago con una pequeña isla. Con el fin de evitar que los jugadores traten de recortar ese ángulo, la isla se completa con un enorme árbol de grandes ramas cuya base está festoneada con flores de diferentes y sorprendentes colores. A partir de ese lago, un arroyo fluye diagonalmente por la calle, a unos 50 metros del frontal del green, donde se alimenta de otro lago a la derecha del green. Es un hoyo espectacular que ha supuesto tanto momentos de gran deleite como de enorme desesperación a los competidores de la Escuela de Clasificación del Tour Europeo durante los años que se disputó en este campo. Est 18 aparece en el libro "Los Mejores 1001 hoyos de golf del mundo", escrito por Jeff Barr, lo que evidencia su gran calidad intrínseca. Como dije al principio, desde la última vez que jugué aquí, este campo ha experimentado fantásticos cambios. El campo es una perita en dulce y tiene todos los marchamos de calidad de un club cuya gerencia actúa de manera muy positiva. No hay duda de que este gran diseño de Dave Thomas es uno de los grandes campos de España.