Mucho dinero en juego, las mejores golfistas del planeta en liza, novedades en las reglas… y mucho espectáculo. Esta semana comienza el mejor circuito profesional femenino del mundo: el LPG Tour.
Para hacerse una idea de lo que hay crematísticamente en juego, valga decir que la ganadora del US Women’s Open se embolsará 1,8 millones de dólares, dinero que solo lograron ganar tres jugadoras (de casi doscientas) a lo largo de toda la temporada pasada.
El montante total de premios para los 34 torneos que componen la presente temporada del Circuito Femenino de Estados Unidos es de 86 millones de dólares, el más alto en la historia del LPGA Tour, con un incremento de 10 millones con respecto al año pasado.
Esta temporada incluye dos cambios importantes en las reglas. La primera es la nueva introducida por la USGA relativa a la longitud máxima del driver, que se reduce de 48 a 46 pulgadas y que afectará a una decena de jugadoras del Tour usuarias hasta ahora de drivers con la mayor de esas medidas.
La segunda novedad es que el LPGA Tour permitirá a no miembros que terminen en el top 10 en ciertos torneos (no los grandes ni los match play o por equipos) ganar el derecho a jugar el torneo de la semana siguiente. Es una regla que el circuito homólogo masculino, el PGA Tour, tiene activa desde hacer bastante tiempo.
El calendario del LPGA Tour de este año incluye torneos en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia.
La prueba inaugural es el Hilton Grand Vacations Tournament of Champions, que se disputa esta semana en Orlando, Florida, con 1,5 millones de dólares en premios y con la estadounidense Jessica Korda como defensora del título.


Carlota Ciganda vuelve a ser de nuevo la más destacada representante española en el mejor circuito femenino del mundo. Azahara Muñoz dará a luz a su primer descendiente en marzo y es una incógnita cuándo se reincorpora a la competición tras el nacimiento. En la lista de ganancias, la temporada pasada terminaron en los puestos 61 la navarra y 95 la malagueña.


La gallega Fátima Fernández Cano será la tercera española que jugará con tarjeta completa el PGA Tour 2022, tras haber quedado el año pasado segunda en la lista de ganancias del Symetra Tour de Estados Unidos.