Tras una temporada en la que por fin, tras tres años de ‘sequía’, llegaron los triunfos y volvió a ser el ídolo que toda la afición espera, Sergio afronta esta nueva temporada más relajado, con la madurez que le dan sus 32 años recién cumplidos y el equilibrio emocional de saber que su juego vuelve a embrujar con la magia de antaño.

–Ha cerrado el año como el mejor español en la clasificación mundial (17º) y ha cosechado dos triunfos consecutivos en el Circuito Europeo. ¿Cuál o cuáles han sido las claves de su recuperación tras su larga su travesía de tres años sin conocer la victoria?

–Creo que 2011 habia sido un año bastante positivo incluso antes de ganar en Castellón y Valderrama, pero obviamente estas dos victorias han sido increíbles por lo que significa Castellón y Valderrama para mí. Las claves han sido volver a tener feeling jugando y disfrutar más, tanto fuera como dentro del campo.

–¿Qué metas deportivas se ha marcado –en caso de que lo haya hecho– para 2012?

–La verdad es que no me he marcado ninguna meta concreta, pero obviamente quiero seguir trabajando en la misma línea que en 2011 y seguir dándome opciones de ganar torneos el domingo.

–A punto de cumplir 32 años y con 12 de profesional a sus espaldas, si tuviera que quedarse con algún momento memorable de su carrera, ¿cuál sería?

–No podría decirte sólo uno. Obviamente, las Ryder Cups, ganar el The Players Championship, los dos torneos ganados en Castellón, ganar en Valderrama por la historia del campo y que nunca lo había ganado ningún español

–¿Qué victoria que tuvo al alcance de la mano y no consiguió le ha dolido más?

–El British Open de 2007.

–Usted llegó a ser número dos del mundo. ¿Se ve con posibilidades de remontar posiciones y meterse entre los cinco primeros del ranking?

–Hace unos años me preocupaba de los rankings; ahora sólo me preocupa dar lo mejor que tengo y, si eso me hace llegar a estar entre los cinco primeros del ranking mundial, bienvenido sea.

–¿Cree que volveremos a ver alguna vez al Tiger de antaño, al ‘extraterrestre’ que se enseñoreó del golf mundial?

–Tiger ha demostrado durante más de una década que ha sido el mejor jugador del mundo y posiblemente de la historia. Estoy seguro de que volverá a ganar muchos torneos hasta que se retire, pero no creo que llegue al nivel ‘extraterreste’ que por ejemplo tuvo en el 2000.

–Lo siento porque le habrán dado mucho la matraca al respecto, pero ¿qué supone para usted no haber ganado un grande?

–Pues la verdad es que nada. Obviamente, estaría muy bien si hubiera ganado alguno, pero no es el fin del mundo. Lo que está claro es que voy a seguir trabajando para ganar uno.

–¿Cómo ve el presente y el futuro del golf profesional español?, ¿apuesta por alguna figura en ciernes?

–El presente lo tenemos bastante bien cubierto con muchos y grandes jugadores. En cuanto al futuro, creo que hay muy buenos jugadores viniendo de abajo que en unos años nos van a dar muchas alegrías.

–¿Observa alguna diferencia en los grandes circuitos del mundo de cuando usted empezó como profesional a como son en la actualidad?, ¿cree que, en términos generales, las cosas han mejorado o empeorado para los profesionales?

–Creo que las cosas han cambiado para mejor desde que me hice profesional en 1999 en todos los circuitos. El golf ha crecido como deporte no sólo en España sino también en Asia y Sudamérica, entres otras zonas, y eso es siempre una buena noticia para nuestro deporte.

–Ha firmado recientemente un contrato para diseñar su primer campo de golf, en China. ¿Cuáles son en su opinión las claves para diseñar un gran campo?

–En este caso, el campo es un links y tenemos una parcela espectacular en Qinhuangdao . Creo que las claves de un buen diseño son que el campo represente un buen test para los profesionales y que a la vez sea un campo que los amateurs también puedan disfrutar.

–Ahora que le queda un año para llegar a la media de edad a la que los hombres se casan en España. ¿Cree que podrá cumplir esa media estadística o lo suyo es la soltería vocacional?

–Me gustaría casarme y tener hijos en un futuro, aunque no sé cuando será. Ya os contaré si cumplo o no la estadística.