Un cuento de hadas sin final feliz. Así podría definirse la experiencia deportiva y vital de John J. McDermott Jr. (12 de agosto de 1891, 1 de agosto de 1971), el primer golfista nacido en Estados Unidos en ganar el US Open, en 1911 y 1912, y el campeón más joven de la historia de ese evento, en el que se impuso la primera vez con sólo 19 años. Fue el primer jugador en bajar del par en 72 hoyos en un torneo de renombre, lo que hizo en el US Open de 1912. Fue sin duda uno de los mejores jugadores del mundo entre 1910 y 1914. McDermott nació el 12 de agosto de 1891 en Philadelphia, Pennsylvania, hijo de un cartero y un ama de casa. Era un buen estudiante en la Escuela West Philadelphia High, pero abandonó los estudios antes de graduarse para convertirse en golfista profesional. Trabajó como caddie en el Club de Golf Aronimink, y aprendió mucho del profesional de ese campo Walter Reynolds.

El primer trabajo como profesional de McDermott fue en el Merchantville Golf Club, en Nueva Jersey. Se mudó luego al  Atlantic City Country Club, donde su régimen de prácticas se convirtió en leyenda. Cuando aún no había cumplido los 18, hizo su debut en el U.S. Open, en 1909, sumando un total de 322 golpes y ocupando el puesto 49 en la clasificación final.

Los primeros dieciséis U.S. Open, cuya primera edición data de 1985, habían sido ganados por jugadores británicos que habían aprendido el juego en Inglaterra o Escocia, y que viajaban a Estados Unidos para disputar torneos o, en la mayoría de los casos, vivían en Norteamérica y trabajaban como profesionales de club. En 1910, Estados Unidos estaba empezando a generar sus propios profesionales en cantidad apreciable.

McDermott mejoró su juego de manera espectacular en un año, y perdió en un desempate de 18 hoyos frente a Alex Smith en el U.S. Open de 1910, que tuvo lugar en Filadelfia; Macdonald Smith, el hermano menor de Alex, disputó también ese playoff, al que habían llegado empatados a 298 golpes tras los 72 hoyos. A principios de 1911, McDermott desafió a profesionales del área de Filadelfia en partidos de 1.000 dólares cada uno. Después de haber ganado tres de esos partidos consecutivos, la competencia se desvaneció.

Al año siguiente ganó el U.S. Open por tres golpes en el Club de Golf de Chicago, tras otro desempate a tres bandas, donde se impuso a George Simpson y Mike Brady, tras haber empatado los tres a 307 golpes.

McDermott sigue siendo todavía el campeón más joven de ese torneo. Lo ganó a los 19 años, 10 meses y 12 días, y fue el primer estadounidense de origen que lo lograba. En 1912, retuvo su título en el Buffalo Country Club, en el estado de Nueva York. Computó 294 golpes en las cuatro rondas en un campo de par 74, una puntuación de dos bajo par, convirtiéndose en el primer hombre en romper el par en 72 hoyos en un evento de alto nivel.

Después de su segunda victoria consecutiva en el U.S. Open, las ganancias de McDermott se dispararon, y había palos de golf que se comercializaban bajo su nombre, promocionaba bolas de golf y era contratado por su alto nivel de golf para lucrativos partidos de exhibición.

McDermott hizo su primer intento de asalto al Open Británico en 1912, pero no logró clasificarse para el campeonato. Sin embargo, regresó a Gran Bretaña el año siguiente y empató por el quinto puesto en el Open, que se disputó en el Royal Liverpool Golf Club. Éste fue el mejor resultado de un jugador norteamericano en el torneo británico en esa etapa.

En 1913, McDermott ganó el Western Open, el entonces segundo torneo profesional más prestigioso de Estados Unidos. También se impuso en el Open de Filadelfia en tres ocasiones: 1910, 1911, y 1913.

También en 1913, McDermott ganó el Open Shawnee, en Pennsylvania, terminando por delante de los ingleses Harry Vardon y Ted Ray.

Tras su victoria en 1913 sobre Vardon y Ray, se vanaglorió en exceso, fue criticado por sus colegas y el público por eso, y tuvo que pedir disculpas. Como defensor del título, terminó octavo, a cuatro golpes de los líderes, en el U.S. Open de 1913 en The Country Club de Boston. Acabó noveno en la edición siguientedel torneo, que ganó Walter Hagen en el Midlothian Club, cerca de Chicago.

En 1914 McDermott visitó el Reino Unido de nuevo para competir en el Open Británico, pero, debido a las dificultades del viaje, llegó demasiado tarde para jugar. De regreso a Estados Unidos, su barco, el SS Kaiser Wilhelm II, chocó con otro buque, un mercante, en el Canal de la Mancha con poca visibilidad por la niebla. El barco regresó a puerto y los pasajeros fueron reemprendieron el viaje en otro buque al día siguiente. Este incidente al parecer tuvo un grave efecto sobre él. Poco después, ya en su país, sufrió un desmayó al entrar en la casa club del Atlantic City Country Club, donde era el profesional. Tenía sólo 23 años.

McDermott, presa de una enfermedad mental, pasó el resto de su vida en hospitales siquiátricos, residencias de ancianos o viviendo con su familia en Filadelfia. Compitió esporádicamente en torneos regionales en la década de 1920, pero sin éxito notable. De vez en cuando, acudió como espectador a torneos importantes cerca de su casa, y presenció el U.S. Open en 1971, en Merion Golf Club, seis semanas antes de su muerte.

Aunque McDermott fue el primer estadounidense en ganar el U.S. Open, es la victoria de Francis Ouimet en ese torneo en 1913 la más a menudo citada como el acontecimiento clave que provocó un gran interés por el golf en Estados Unidos. Ouimet ganó en playoff contra Vardon y Ray (ampliamente considerados como los mejores golfistas del mundo por aquel entonces), lo que se tradujo en un enorme aumento de la atracción de los norteamericanos por el golf. McDermott, junto con Ouimet y Walter Hagen, los tres nacidos entre 1891 y 1893, representaron la nueva ola de talento golfístico nacido en Estados Unidos. Los tres demostraron que podían competir en igualdad de condiciones con los mejores jugadores del mundo, y el dominio estadounidense en el golf se establecería e principios de la década de 1920, con la eclosión de estrellas como Gene Sarazen y Bobby Jones.

De no ser por su enfermedad, John McDermott podría haber llegado a ser el más grande de todos ellos.