Se podrían contar con los dedos de una mano los campos de golf en España que, como el marbellí Real Club de Golf Las Brisas, aúnen un trazado de extraordinaria calidad obra de uno de los mejores diseñadores de todos los tiempos y un curriculum excelso como sede de torneos de talla mundial en los que han competido las estrellas más rutilantes de este deporte.

La creación del club, que este año cumple sus bodas de oro, supuso un gran hito para el golf andaluz y un ejemplo de cómo se tenían que hacer las cosas para conseguir un campo de golf de la máxima calidad.  El empresario José Banús, promotor del RCG Las Brisas (que en su nacimiento fue bautizado como Club de Golf Nueva Andalucía) y artífice del famoso puerto deportivo marbellí que lleva su nombre, fue un visionario consciente de que para asegurarse el éxito tenía que contar con los mejores en todos los ámbitos, y por eso contrató al que ya por entonces era uno de los mejores diseñadores y arquitectos de campos de golf del mundo, Robert Trent Jones.

Banús, promotor de la macrourbanización Nueva Andalucía, donde se ubica el RCG Las Brisas, fue una persona muy inteligente y vio que para conseguir la mayor promoción internacional del campo de golf había que albergar un gran torneo y dotarlo de grandes premios, y así es como consiguió traer la Copa del Mundo y a jugadores de la talla de Jack Nicklaus y Gary Player.

También tuvo repercusión mediática mundial otro evento que se celebró en Las Brisas, aunque éste no sobre el campo de golf sino en la casa club: la espectacular fiesta de inauguración –con cena de gala para 1.700 personas y concierto de Julio Iglesias– de Puerto Banús, a la que acudieron entre otras celebridades el príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, Gina Lollobrigida y el Aga Khan.

Que este campo es una de las mejores creaciones de Robert Trent Jones no cabe duda. Banús le dejó elegir la mejor zona de la finca y él lo hizo. Construyó el campo en el más espectacular y precioso valle del entorno. Las casas ocuparían el resto.

El recorrido lo sembró de obstáculos de agua: hay diez lagos artificiales alimentados por dos arroyos, que entran en juego en nada menos que doce hoyos. Los greenes, en su mayoría elevados, están muy bien protegidos por bunkers. También fue original Robert Trent Jones en su momento empleando Bermuda en las calles y Pencross Bent en los greenes.

“Las Brisas”, dijo el gran jugador norteamericano Paul Azinger, no tiene un mal hoyo. De hecho es uno de los mejores campos que he jugado”.

Un segunda genialidad

Al espléndido diseño del recorrido habría que añadir otra genialidad. José Banús encargó la jardinería y la arboleda del campo al inglés Gerald Huggan, que acababa de regresar de Kenia, donde había diseñado los jardines de Nairobi. Hizo un verdadero santuario botánico con árboles de todos los continentes. Especies únicas que en ningún otro sitio del sur de Europa pueden disfrutarse.

En los diez años siguientes a su fundación, Las Brisas fue un campo abierto y se convirtió en uno de los mayores atractivos turísticos de la zona. En 1981 pasa a ser un club de socios –actualmente unos 1.200, de más de treinta nacionalidades–, pero también está abierto a visitantes.

El campo ha sido objeto en los últimos años de una actualización necesaria por el tiempo transcurrido desde su apertura, y para ello la directiva encargó tan importante cometido al gran diseñador norteamericano Kyle Phillips, con campos en una treintena de países de los cinco continentes. El resultado de la importante inversión realizada ha sido sencillamente espectacular.

Grande entre los grandes

Hay ciertamente muy pocos campos en España que hayan acogido torneos internacionales de talla mundial y a jugadores legendarios en la historia de este deporte. Las Brisas es una de esas escasísimas joyas y es además historia viva del golf en Marbella. Cuando se estrenó el campo, en 1969, el legendario Robert Trent Jones había hecho ya Sotogrande y poco después diseñaría también Valderrama, la élite de la élite.

Los que tienen alguna edad y buena memoria o los interesados en la historia de este deporte recordarán los grandes hitos de este campo, como aquella Copa del Mundo disputada en 1973 en la que el equipo estadounidense, formado por Johnny Miller y  Jack Nicklaus, se alzó con la victoria superando a los sudafricanos Gary Player y Hugh Baiocchi. Miller se llevó también el título de campeón individual, con una ventaja de tres golpes sobre Player.

Tres años antes, Las Brisas había acogido su primer gran torneo profesional de carácter internacional, el Open de España, que coronó como campeón a Ángel Gallardo, en la actualidad  Embajador del Circuito Europeo.

En la década de los 80 el campo siguió acogiendo grandes torneos, como, por ejemplo, el Open de España en 1983 y 1987. El primero lo ganó Eamonn Darcy, quedando segundo Manuel Piñero, y el título de 1978 se lo adjudicó Nick Faldo en reñida pugna con Seve Ballesteros, que acabó segundo empatado con Hugh Baiocchi.

En el 89 volvió a jugarse en Las Brisas la Copa del Mundo, y fue el diluvio. Cayó tanta agua que al final se jugaron sólo 36 hoyos. Los australianos Wayne Grady y Peter Fowler se impusieron bajo aquella manta hídrica que cayó del cielo. José María Cañizares y Chema Olazábal quedaron subcampeones.

Dos años más tarde, en el 91, Las Brisas acogió el que sería en su momento el torneo mejor dotado de un sólo día: 450.000 dólares, que se jugaron en un skins game Curtis Strange, Mark Calcavecchia, Bernhard Langer y John Bland. Para poder apreciar aquella cifra sólo señalar que suponía entonces tres veces más que lo que ganó Ian Baker Finch cuando logró alzarse con el triunfo en el Open Británico la semana siguiente.

En 1990 se jugaba en Las Brisas el Open del Mediterráneo y lo ganaba Ian Woosnam, compartiendo la segunda plaza Eduardo Romero y Miguel Ángel Martín. Al año siguiente, el campo del Valle del Golf de Marbella acogía el Benson & Hedges Tropy, torneo por parejas mixtas que era ganado por el equipo sueco formado por Anders Forsbrand y Helen Alfredsson. 

La visión del director

Paul Muñoz, director del RCG Las Brisas, tiene muchos argumentos a la hora de responder a la pregunta de por qué este campo puede ser considerado uno de los grandes de España. “Además de por su localización, en el llamado “Valle del Golf” de Marbella, es uno de los campos de golf con más solera de la Costa del Sol, ya que ostenta un palmarés sin igual, habiendo albergado más de una veintena de torneos de relevancia mundial; un diseño original de Robert Trent Jones Senior, renovado por Kyle Phillips en 2017; un club social que aglutina más de 30 nacionalidades; un campo agradable de caminar, con muy buena velocidad de juego; instalaciones de primera; un ambiente social muy activo celebrando más de 120 eventos sociales deportivos anuales; personal altamente cualificado... Todo esto me hace considerar a Las Brisas como uno de los grandes de España”.

Diseñador legendario

Robert Trent Jones nació en 1906 en Inglaterra (Ince-in-Makerfield) y a los 5 años se mudó a Estados Unidos con su padres. Allí se convirtió en un jugador de golf destacado cuando todavía era un adolescente y batió el récord des campo a los 16 años en el Campeonato de Rochester City. Asistió a la Universidad de Cornell y cursó estudios que había seleccionado personalmente para prepararse para hacer la carrera en Arquitectura de Campos de Golf. Cuando todavía era universitario, diseñó varios greenes del Sodus Bay Golf Club de Nueva York. A los 25 años, en 1931, firmó su primer diseño completo de un campo de golf, el Midvale, en Penfield, Nueva York.

A mediados de los 60, se había convertido en el diseñador de campos de golf más famoso de la historia y probablemente también el más influyente. Colaboró como arquitecto asesor en numerosos campos en los que se disputaban los torneos más importantes, muchos de ellos con su propio diseño. En 1990 había diseñado más de 500 campos en 42 estados norteamericanos y 35 países  y remodelado muchos otros, llegando a realizar unas 300.000 millas anuales en vuelos por su trabajo.

En 1990 Trent Jones llevaba 60 años relacionado con la arquitectura de campos de golf, un récord todavía mayor que el de Old Tom Morris. Su nombre todavía era el más famoso dentro del mundo del diseño de campos de golf y, durante ese año, dos campos fueron bautizados con su nombre en su honor: uno tras renovar su diseño y otro ya existente (el Robert Trent Jones GC en la Universidad de Cornell). También durante ese año se le concedió a la compañía de Robert Trent Jones el mayor contrato de diseño de campos de golf de la historia, una serie de complejos que totalizan 468 hoyos en el estado de Alabama para la compañía Sunbelt Golf, parcialmente financiada por el sistema de pensiones de los funcionarios públicos de dicho estado. Hoy en día el Robert Trent Jones Trail es uno de los destinos más populares del mundo para los golfistas.

A los 93 años, en 2000, fallecía en Florida Robert Trent Jones. Sus hijos Rees y Robert Trent junior han seguido la estela profesional de su padre y también son diseñadores de campos de golf.

ÁRBOLES DE LOS CINCO CONTINENTES

En Las Brisas hay árboles de todos los continentes: especies de África como el Castaño del Cabo y las Acacias Espinosas, de Asia el Laurel de la India y la Higuera de Mysore, de América el Palo Borracho y el Fresno Verde de Méjico, de Australia la Acacia Negra y el Transparente, junto a múltiples especies de palmeras y árboles mediterráneos que conviven en gran armonía, convirtiendo el campo en un auténtico jardín botánico.

CAMPEONES Y SUBCAMPEONES DE CATEGORÍA

Si los campeones de torneos en Las Brisas han sido estrellas de gran renombre, entre los subcampeones el brillo de sus nombres ha sido igualmente deslumbrante. En el primer caso están por ejemplo Jack Nicklaus, Gary Player, Johnny Miller, Nick Faldo, Wayne Grady, Peter Fowler, Anders Forsbrand, Ian Woosnam o Eamonn Darcy, mientras que entre los que quedaron segundos en este campo figuran Chema Olazábal, Manuel Piñero, José María Cañizares y Eduardo Romero.

A LA ALTURA DEL ORIGINAL

La renovación del campo diseñado por el legendario Robert Trent Jones le fue encargada a otro grandísimo diseñador: el norteamericano Kyle Phillips. Sus obras están presentes en más de 30 países de los cinco continentes.