Corría el 10 de noviembre de 1957 cuando Charlie Sifford se imponía en el Long Beach Open, convirtiéndose en el primer golfista negro en ganar un torneo en el que casi la totalidad de sus rivales eran blancos. La victoria llegó en un momento en que personas como el jugador de béisbol Jackie Robinson (primer afroamericano en jugar en las Grandes Ligas) y el boxeador Joe Louis tomaron posiciones firmes contra la discriminación racial y las políticas solo para caucásicos.

E  n 1960 el fiscal feneral de California Stanley Mosk estaba presionando a la PGA para que eliminara el veto racial, afirmando que, si sus demandas no eran atendidas, la PGA no podría competir en varios lugares del país. La PGA dio su brazo a torcer un año después, y todo comenzó con el éxito de Sifford.

Sifford, quien para entonces, a los 34 años, ya había ganado cuatro veces el National Negro Open, registró sendas rondas de 69, 70 y 64 (el torneo era a 54 hoyos) para un  total de 203. Entre los rivales en juego ese día, había muchas estrellas, como Billy Casper, Jay Hebert, Gene Littler, Jerry Barber, Gay Brewer, Tony Lema, Tommy Bolt, Harry Cooper y Mike Souchak. Ante el racismo, la intolerancia y la indecencia, Sifford desafió todas las probabilidades jugando un golf espectacular y centrado.

Su victoria se dirimió en un desempate a muerte súbita en el que derrotó a Eric Monti en el tercer hoyo del playoff.

Por su triunfo en Long Beach, Sifford se embolsó 1.700 dólares, más que todo lo que había ganado durante todo un año. De ese dinero, 500 dólares le habían sido otorgados por haber registrado la mejor última ronda del torneo, 64 golpes. Monti se llevó 1.100 dólares por su segundo puesto.

A principios de ese año, Sifford había ganado 240 dólares en el Rubber City Open en Akron, Ohio, y 880 en el Easter Open de Baltimore, donde terminó quinto.

Dos días después del triunfo de Sifford, la PGA de América celebraría su reunión nacional anual, allí mismo en Long Beach. La PGA era el mismo grupo que tenía una cláusula en su constitución que permitía sólo a los caucásicos ser miembros de la asociación y, por lo tanto, prohibía a los no blancos participar en los torneos de su circuito.

Pero cuatro años después, en la reunión anual de 1961 en Hollywood, Florida, el 10 de noviembre, la PGA of America eliminó esa cláusula discriminatoria de su constitución y allanó el camino para que los afroamericanos se convirtieran en miembros de la PGA y, por lo tanto, jugaran el Tour.  Poco después, Sifford se convirtió en el primer golfista negro en competir en el PGA Tour como miembro de pleno derecho, haciendo del 10 de noviembre un día bastante especial en su carrera y en la de los golfistas afroamericanos que lo siguieron.

Incluso después de su victoria en Long Beach, a Sifford todavía no le permitían jugar los torneos del PGA Tour de las semanas siguientes. Con la ayuda de Fiscal General de California Stanley Mosk, tres años después Sifford recibiría la membresía completa de la PGA. Dos años antes de que se le concediera ese derecho, jugó el US Open de 1959 y quedó en el puesto 32. Luego ganó dos torneos oficiales del Tour: el Gran Hartford Open de 1967 y Los Ángeles Open de 1969.

En noviembre de 2014, 57 años después de su histórico triunfo en Long Beach, Sifford era galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad, que le fue impuesta por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un solemne acto. Sifford era el tercer jugador de golf profesional al que se concede este honor, tras Jack Nicklaus y Arnold Palmer.

Sifford, quien se vio obligado a jugar en los National Negro Opens por culpa de la política de la PGA Tour de admitir en este circuito sólo a jugadores blancos (“Caucasian-only”), ganó seis de esos títulos antes de poder jugar en el Tour.  Fue sistemáticamente hostigado, amenazado y excluido de los clubes de golf debido al color de su piel. El golfista que rompió la barrera de la discriminación racial en el golf ganó dos veces en el PGA Tour y fue finalmente incluido en el Salón Mundial de la Fama del Golf en 2004.  “Yo no trataba de hacer eso para mí, sino para el mundo”, dijo Sifford.

Tiger Woods, quien recurrió a Twitter para expresar su admiración por Sifford cuando fue nominado para el premio, publicó un mensaje en su cuenta de Instagram que decía “Se ha hecho historia para mi abuelo. Gracias Charlie por inspirar a Pop, quien a su vez me inspiró a mí y a otros como nosotros. Fue una lucha heroica y tú la ganaste”.

En la ceremonia, el presidente Obama refirió una historia en la que la bola de Sifford fue enviada al rough de una patada por espectadores del torneo. “Charlie se está riendo de eso porque mi bola siempre está en el rough”, dijo Obama, mientras que los asistentes al acto también reían. Sifford sonrió humildemente mientras, en medio de los aplausos, Obama colocaba la medalla alrededor de su cuello.

El 3 de febrero de 2015, a los 92 años, falleció en Cleveland, Ohio, el primer afroamericano que ganaba un torneo del Circuito Americano.  

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EN CORTO

EXCREMENTOS HUMANOS EN EL HOYO

En el Phoenix Open de 1952, Sifford jugaba con otros tres jugadores negros. Cuando el grupo llegó al primer green, al sacar la bandera se encontraron con excrementos humanos en el hoyo. Después de una hora de espera, el hoyo de la ignominia fue finalmente eliminado y reemplazado por otro en ese green.

CADDIE A 1,50 DÓLARES EL DÍA

Como muchos golfistas negros de la época, Sifford había comenzado a jugar al golf cuando era caddie. Al crecer en Carolina del Norte, llevaba bolsas en el Carolina Country Club de Charlotte, ganando 1,50  dólares en un buen día.

EL HOMBRE QUE NO SONREÍA

Aunque en las fotos con los trofeos que ganó se le ve sonriente, la verdad es que Sifford no exteriorizaba muchos signos de alegría. “No sonrío mucho, y nunca me río. Si hubieras pasado lo que yo, tú tampoco sonreirías”, dijo.