Este verano cumplirá su segundo aniversario el campo que se estrenó en plena pandemia y fue el primero de 18 hoyos en abrirse en los últimos diez años en la Costa del Sol. Azata Golf, en el municipio de Estepona, a muy poca distancia del mar, ha superado con sobresaliente la peor etapa de la pandemia y ahora vive una época de crecimiento y consolidación.

A ello han contribuido entre otras cosas la apertura de su campo de prácticas, su restaurante y su Escuela de Golf Moon Masters, dirigida por los hermanos Kiko, Salva y Santi Luna, los dos primeros, entrenadores de equipos nacionales y el tercero, ganador en el Circuito Europeo.
Está claro que no todo ha sido un camino de rosas, pero el director gerente de Azata Golf, Agustín Alonso, se muestra muy satisfecho de cómo están transcurriendo las cosas. “Abrimos en el peor momento”, reconoce, “y ha sido muy complicado por el tema de las restricciones, pero tengo que reconocer que la gente está respondiendo y sobre todo le está gustando el campo, que es muy importante”.


“Me fijo sobre todo”, prosigue, “en la gente que repite, que en otoño y primavera me vuelven a reservar. A la gente le está gustando mucho el campo, aunque al principio les parecía muy difícil pero poco a poco les fue gustando, se están divirtiendo mucho y hasta se están haciendo socios”.
A este respecto, señala que ya cuentan con 160 abonados anuales, “que no está nada mal”. Aproximadamente la mitad son españoles, y entre los extranjeros predominan suecos e ingleses, aunque hay belgas, franceses y de otras nacionalidades.


La casa club se abrió hace ocho meses y tanto la tienda como el restaurante han tenido muy buena acogida. “Están funcionando bastante bien”, dice Agustín. El restaurante está a cargo de un restaurador asturiano y ofrece “una relación calidad/precio excepcional”. Esta persona es además cocinero y tiene un chiringuito en Estepona, ‘Como pez en el agua’. “Tenemos una calidad del comida muy buena”, remarca el director de Azata Golf, “y unos precios muy muy populares: un club sandwich te cuesta 10 euros y no 30 como en otros campos”, pone como ejemplo.
El campo de prácticas se estrenaba el pasado diciembre y la Escuela de Golf Moon Masters comenzaba su andadura un mes después. Está capitaneada por Kiko Luna y como profesor ‘residente’ está Fernando Galiano, de quien Agustín dice que “da las clases muy muy bien y sobre todo te engancha a la hora de jugar al golf, igual que Kiko”. Sobre este último, señala que “aparte de ser seleccionador nacional durante 25 años, es un profesional que sabe mucho de técnica, de estrategia, sabe mucho de golf en suma, y la manera en que enseña es totalmente diferente a la de cualquier academia. Nosotros nos fijamos en los swings, nos fijamos en los jugadores y sus necesidades particulares, nos fijamos en secuencias, no nos fijamos en hacer el swing como Adam Scott o como Tiger Woods”.


La Escuela ofrece tanto clases particulares como cursos semestrales y anuales. Los inscritos en los cursos anuales recibirán cada seis semanas los clinics y las correcciones a cargo de Kiko y todo el equipo de Moon Masters. “Vendrá también Santi Luna –estamos hablando de palabras mayores– a dar estrategia, Sergio de Céspedes a dar clase de putt, y Óscar del Río, psicólogo de los equipos nacionales de la RFEG, a dar la clase mental”, explica Agustín.
“Al final optamos por Moon Masters”, añade, “porque ofrece muchísimo más que simplemente una academia con un profesor de golf. Con Kiko y su equipo abarcamos todos los aspectos que integran un buen aprendizaje del golf: técnica, estrategia, táctica mental, adaptación al estado físico de cada persona…”.
Sobre la evolución de Azata Golf desde su apertura, en junio de 2020, y la respuesta que está teniendo entre los jugadores, el director del club dice: “Hemos ido sumando cosas paulatinamente al campo de golf: primero los buggiess, luego el restaurante, más tarde la cancha de prácticas, y lo que más está gustando es el servicio, el trato que damos a la gente”.


“Yo tengo un equipazo, y lo digo siempre”, enfatiza. “Los caddy masters, los chicos de la tienda, los marshals o player assistants como se dice ahora… Son todos muy buenos, siempre con una sonrisa en la cara, siempre ayudando al jugador, asistiéndolo en todo lo que necesite para que pueda disfrutar de una experiencia muy buena”.
Centrándose en el campo de golf en sí, diseñado por Stirling & Martin, Agustín se muestra especialmente orgulloso de los greens. “Todos nos dicen que son espectaculares, que son los mejores de la Costa del Sol, y yo siempre les digo lo mismo: no quiero decir que son los mejores greens de la Costa del Sol porque aquí hay campos excepcionales, campazos como Valderrama o Sotogrande o Las Brisas, así que no valen las comparaciones. Pero sí que es verdad que nuestros greens son muy muy buenos, tienen bastantes caídas y hay que saberlos jugar.


Y luego el campo hay que conocerlo. La primera vez nos dicen que es muy difícil, y es verdad: si no conoces un campo al principio no sabes donde tirar. La segunda vez ya sé dónde hacerlo y me divierto un poco más, y la tercera vez me preguntan para hacerse socios. En cuanto a relación calidad/precio en el tema de los socios, somos el mejor campo de la Costa del Sol: 1.600 euros abonado anual. Aquí damos un servicio muy bueno al socio, hacemos un torneo, un torneazo, al mes y se me llenan en 48 horas.
Agustín se muestra muy orgulloso de Azata Golf, al que se refiere como “mi bebé” porque lleva ya tres años con él, desde antes de que sus 18 hoyos viniesen al mundo. “Lo estoy viendo crecer, me gusta verlo progresar y me gustaría seguir viendo cómo se hace mayor”, concluye.