En la historia de U.S. Open, Willie Anderson (Escocia, 1876) está a la altura de Bobby Jones, Ben Hogan y Jack Nicklaus. Anderson fue el primero en ganar cuatro veces ese Grande y el único golfista en la historia en alzarse con el triunfo en ese torneo en tres ediciones consecutivas. La parte triste de su biografía es que murió a la temprana edad de 31 años.

Desde su fallecimiento, en 1910, sólo cinco jugadores, incluyendo a Hogan (1950, 1951) y Curtis Strange (1988, 1989), han ganado dos U.S. Open consecutivos, y sólo Hogan estuvo cerca de ganar cuatro en cinco años, como hizo Anderson, en 1901, 1903, 1904 y 1905.

Alex Smith, un escocés que terminó segundo tras Anderson en dos U.S. Open, dijo que "lo más probable es que, si Willie hubiera vivido más tiempo, habría establecido un récord de Grandes que nunca habría sido superado." Desde 1897 hasta 1910, Anderson ganó el citado major cuatro veces, terminó una vez en segundo y tercer lugar, dos veces fue cuarto y terminó quinto en tres ocasiones. También ganó el Western Open cuatro veces, que en ese momento era considerado un Grande.

Criado en los links de North Berwick, Escocia, Anderson era un hombre robusto con hombros y antebrazos musculosos y las manos excepcionalmente grandes. Su movimiento a la hora de golpear, característico de los escoceses por aquel entonces, era conocido como el ‘Swing St. Andrews’. A pesar de que muchos consideran su swing defectuoso, los golpes de Anderson eran consistentemente precisos. Gene Sarazen estaba una vez  practicando golpes desde bunker cuando otro profesional le preguntó si Willie Anderson podría salir de  los bunkers tan bien como él lo estaba haciendo. "¿Salir?", dijo Sarazen, "¡si él nunca estuvo en ellos!".

La primera victoria de Anderson en el U.S. Open tuvo como escenario el Myopia Hunt Club en 1901. Usando una bola de gutapercha, derrotó a Alec Smith en el primer playoff en la historia del Open. Con cinco golpes abajo y cinco hoyos por jugar, Anderson dio la vuelta al marcador y derrotó a Smith por 85 a 86. Fue una venganza por el Open de 1897, donde Smith pegó un brassie (equivalente a una madera 2) que dejó la bola a menos de tres metros del hoyo final y embocó luego el putt que sirvió para derrotar a Anderson, que tenía entonces sólo 17 años. Aquello sirvió de escaparate para que Anderson estableciera un cambio social. La costumbre era que los profesionales tomaran su almuerzo en la cocina de la casa club, pero Anderson no estaba por la labor. "No, no, no vamos a comer en la cocina", dijo. Se alcanzó un compromiso: el club instaló una carpa y los profesionales comieron allí.

Después de terminar quinto en 1902, Anderson siguió su carrera histórica. Ganó en 1903 en Baltusrol, donde más tarde fue profesional, en un playoff contra Deacon Davey Brown. Al año siguiente, Anderson estableció el récord de golpes totales en el U.S. Open, con 303, cuando ganó por cinco a Nichollas Gil en Glen View Golf Club. En 1905 Anderson completó su 'hat trick’ consecutivo al compensar un déficit de cinco golpes con 36 hoyos por jugar en el campo de Myopia. Su racha terminó en 1906 en Onwentsia, donde, necesitando 72 en la ronda final, sólo fue capaz de hacer 84 golpes.

Anderson fue modesto por naturaleza, nunca alardeó de su talento, dejando que su juego hablase por sí mismo. Por eso desarrolló una reputación de austero. "No sabías, al mirarlo, si estaba ganando o perdiendo", dijo Fred McLeod, el campeón del  U.S. Open de 1908.

A diferencia de J. H. Taylor y Harold Hilton, Anderson nunca escribió un libro de instrucción, pero enseñó con eficacia y muchos aficionados lo adoraron. Murió en 1910, cinco años después de ganar su cuarto U.S. Open. La causa oficial de su muerte fue arteriosclerosis, un endurecimiento de las arterias.

"¿Hasta qué punto fue bueno Willie Anderson?", escribió Robert Sommers en el USGA Golf Journal. "Los que jugaron contra él y observaron a los grandes jugadores de los últimos años dijeron que él era tan bueno como el mejor".