Tras su victoria en el Open Británico el pasado julio –su primer triunfo en un grande–, Cameron Smith se encaramó al segundo puesto del ranking mundial y, ocupando ese puesto de privilegio, decidió enrolarse en el LIV Golf a finales de agosto. Daba ese paso junto a otros cinco jugadores, entre ellos su compatriota Mark Leishman y el chileno Joaquín Niemann. Estrellas como Dustin Johnson, Phil Mickelson o Sergio García ya se habían embarcado antes en la nueva aventura.
No tardó mucho Smith, apenas unos días, en hacer muy rentable su cambio de rumbo, esto es, pasar del PGA Tour al LIV Golf, ya que el jugador nacido hace 29 años en Brisbane (Queensland) ganaba a mediados de septiembre en Chicago uno de los torneos de la superliga financiada por Arabia Saudí. Superó por tres golpes a Dustin Johnson y Peter Uihlein y se embolsó de una tacada nada menos que cuatro millones de dólares por su triunfo individual, más un pico de 62.500 por el tercer puesto de su equipo.
La de 2022 ha sido para el jugador australiano sin duda la mejor temporada de su carrera como profesional, que comenzó en 2013 en el PGA Tour de Australasia.
Nada más empezar el año, Smith se imponía en enero en Hawai en el Sentry Tournament of Champions, que reunía a los 38 mejores de la temporada 2021 del PGA Tour. Y lo hacia además a lo grande, con un récord del PGA Tour de 34 bajo par ganando por un golpe –birdie en el 18– al entonces número uno del mundo, Jon Rahm. Superaba la marca anterior de 31 bajo par establecida por Ernie Els en ese mismo torneo en 2003.
En marzo, Smith ganó The Players Championship en TPC Sawgrass, convirtiéndose en el quinto australiano en triunfar en el torneo. Aquí también se impuso por un solitario golpe, y lo hizo tras haber mandado su segundo tiro al agua en el hoyo final y cerrar su actuación con bogey en una ronda en la que se anotó diez birdies.
En julio saborearía la gloria de coronarse campeón del grande entre los grandes, el Open Británico, que cumplía su 150 edición. Con 20 golpes bajo par, sacó un golpe de ventaja a Cameron Young y dos a Rory McIlroy.
Una última ronda de -8 le llevó a totalizar -20 y superar el récord de Tiger como el campeón del Open Británico con un resultado más bajo en Saint Andrews (Woods venció con -19 en el año 2000), e igualó el mejor marcador respecto al par en la historia de los grandes. Con ese mismo dígito vencieron Jason Day en el PGA Championship de 2015, Henrik Stenson en el Open Británico de 2016 y Dustin Johnson en el Masters de 2020.
Smith se convirtió en el primer jugador en registrar 64 golpes en la ronda final y ganar un major desde Collin Morikawa en el PGA Championship de 2020.
A lo largo de su carrera en el PGA Tour, que comenzó en 2015, Smith se ha embolsado más de 27 millones de dólares, 10 de ellos atesorados en 2022. En estos ocho años en el Circuito de Estados Unidos, ha jugado 171 torneos, obtenido seis victorias (aparte de las tres de 2022, consiguió las otras en en 2017, 2020 y 2021) y un total de 33 top 10.
En el European Tour ha cosechado cuatro victorias, incluida la del Open Británico, y en el PGA Tour of Australasia ha ganado tres veces.
En su desempeño en los grandes, destacan su segundo y tercer puestos en el Masters de 2020 y 2022 respectivamente, torneo en el que ha logrado tres top 10 consecutivos (fue décimo en 2021). En los otros tres majors, al margen de su victoria en el Open Británico, el mejor resultado de Smith ha sido un cuarto puesto en el US Open.
En la primera temporada del LIV Golf, Smith jugó cinco de los ocho torneos del calendario y se embolsó 7,3 millones de dólares, que lo colocaron dentro del top 10 de ganancias de la superliga saudí, de la que Dustin Johnson se llevó 35,6 millones en premios (por fichar por el LIV Golf habría recibido unos 100 millones).
Ahora, en la nueva temporada, de la que aún no se ha anunciado el calendario completo, Smith tiene un nuevo aliciente además del dinero y los majors: uno de los torneos del LIV Golf se disputará por primera vez en su país, concretamente en The Grange Golf Club en Adelaida.