Cuando el canadiense John Weissbach embocó un hoyo en uno en el 13 del campo Kings Links by the Sea en el Día de Canadá apenas podía creerlo. Dos hoyos más tarde, en el siguiente par 3, su golpe de salida hizo que la bola tocara green, rodara derecha hacia la bandera y se hundiera en el agujero.

"Todos en el grupo se echaron a reír y dijeron: ¿No sería divertido si haces otro hoyo en uno?”, declaró Weissbach, que tiene un negocio de fontanería en la Columbia Británica canadiense.

El grupo llegó al green y sólo había una bola. Su compañero miró dentro del hoyo y allí estaba la bola de Weissbach. "Pensaba que esto no podía ser real", dijo el afortuando golfista, de 51 años. "Me quedé sin palabras", recordó.

Y no era para menos. Era la primera vez que alguien hacía dos hoyos en uno en el mismo partido en ese campo, del que Weissbach es socio desde hace 15 años y juega tres a cuatro veces por semana.

De acuerdo con el  Registro Nacional de Hoyos en Uno, las probabilidades de que un jugador medio haga un hoyo en uno es de 12.000 a uno. Weissbach hizo su primer hoyo en uno el año pasado, después de llevar jugando al golf 35 años. Las probabilidades de conseguir dos hoyos en uno en la misma ronda son 67 millones a uno.

Por su inusual logro, Weissbach recibió 200 dólares por cada hoyo en uno, pero va a costar más de lo que cuando el club vuelve a abrir después de las renovaciones a mediados de agosto. Es tradición para alguien que realiza un hoyo en uno invitar a una ronda a todos en la casa club, y Weissbach deberá pagar dos rondas. "A veces alguien hace hoyo en uno y no quiere que nadie lo sepa", dijo el profesional del club, Neil Bidewell. "Éste es tan famoso que no puede esconderse de nadie. ¡Le va a costar un ojo de la cara!".