Son ya dos años los que Tiger Woods lleva sin terminar un torneo entre los diez primeros, y el que antaño liderara el ranking mundial durante cientos de semanas ahora vaga sin rumbo por el puesto 266 de esa clasificación.

El que otrora dominara los grandes y pareciese que alcanzaría rápidamente, con cuatro victorias más, el récord de 18 majors de Jack Nicklaus, ahora es incapaz de superar el corte en los torneos del Grand Slam, como le ha ocurrido en las dos últimas citas: el Open Británico y el US Open.

"Es frustrante no ser capaz de ganar torneos”, ha dicho el ex número 1 del mundo. "No estoy realmente en la lucha por la victoria  a menudo, así que esa parte es frustrante. Pero sé que sólo necesito un par de golpes aquí y allá para cambiar el rumbo, aunque cada vez que he tenido esas oportunidades, no las he aprovechado".

El golfista californiano admite que se tomó un descanso después de los dos duros días de St. Andrews. Cree que sólo hay errores menores en su juego que necesitan ser corregidos.

"No toqué un palo durante una semana", dijo Woods. "Cuando volví, empecé a hacer pruebas y encontré un par de pequeñas cosas, pero no era nada importante, lo que me agradó. Algo de mi swing no estaba del todo bien, trabajé en algunas cosas y ahora me siento muy bien".

"Lo bueno es que lo he hecho antes", explicó Woods. "He pasado por esto y, por desgracia, a veces tengo que estar un poco peor antes de que pueda dar un paso de gigante para conseguir avanzar”.