En este recorrido que la inmensísima mayoría considera templo, todos quieren reivindicarse, incluido uno como el francés Alexander Levy, primer líder del Real Club Valderrama Open de España – Fundación Sergio García a base de esfuerzo artesano.

Líder desde primera hora de la mañana, el golfista galo aguantó el tipo hasta el final de una larga jornada, horas repletas de buen golf e incertidumbre a la que contribuyó en el último momento, por aquello de salir en el grupo de tarde, Alejandro Cañizares, excelso justo donde el Real Club Valderrama más atemoriza, esa recta final para grandes intrépidos, hoyos 17 y 18, donde el golfista español, lejos de arrugarse, anotó sendos birdies en su tarjeta que le catapultaron hasta la segunda plaza.

Alejandro Cañizares, buen conocedor del terreno ya que entrena en este campo de forma habitual, sólo erró en el hoyo 6 tras comenzar con birdie, acabar la primera vuelta con otro e iniciar y acabar la segunda con tres nuevos aciertos, especialmente valiosos esos dos consecutivos en el último tramo del recorrido.

Con 4 bajo par, Alejandro Cañizares dotó de color español un Open de España al que asimismo contribuyen jugadores como Pablo Larrazábal –sexto con 68 golpes– y Jordi García Pinto, séptimo con 69, integrados ambos en el grupo de elite.

El éxito, en cualquier escenario, resulta gratificante, pero adquiere connotaciones gloriosas cuando se ejecuta en lugares sagrados. Alexander Levy, con 5 bajo par, se podría pavonear a diestro y siniestro por un registro, 66 golpes, que resultó inalcanzable para el resto de sus cualificados rivales, pero el golfista francés, prudente, eligió el camino de la modestia para relatar una situación envidiable –su primera plaza– en un torneo que, como todos saben, no ha hecho sino dar sus primeros pasos.

Un inicio explosivo –cinco birdies lastrados ligeramente por dos bogeys en su primera vuelta– antes de redondear en la segunda con dos nuevos aciertos, condujeron a Alexander Levy a un liderato que ansía mantener durante tres jornadas más para reeditar esos triunfos que, en 2014, el Portugal Masters y el Volvo China Open, le permitieron abandonar la sima y el anonimato del European Tour.

En parecidas circunstancias se encuentran sus cuatro oponentes más inspirados durante los primeros 18 hoyos de competición, el citado Alejandro Cañizares, los ingleses James Morrison –vigente campeón de este Open de España, atención a su reincidencia–, Andrew Johnston y el galés Stuart Manley, que se situaron a la zaga a un solo golpe del líder provisional.

Andrew Johnston apostó por la suma de aciertos (4) y la ausencia de errores para conseguir el mismo registro que James Morrison –un solo error y 5 aciertos– y Stuart Manley, cuyo aluvión de birdies, cinco, entre los hoyos 1 y 6, les permite atesorar a todos ellos, desde la segunda plaza, las máximas aspiraciones en un torneo donde el acento español también lo pusieron, sucesivamente, Jordi García Pinto en los primeros compases de la jornada y Pablo Larrazábal en los últimos, crecientemente sólidos en ambos casos.

Ni Sergio García –lastrado por 3 sobre par, con un último putt embocado desde 3 metros y medio que impidió mayores dramas– ni Rafael Cabrera Bello –inmerso desde el primer minuto en situaciones muy complicadas que desembocaron en un inesperado 5 sobre par en la primera vuelta, arreglado a base de oficio hasta los 3 sobre par al final de la ronda–, pudieron en esta ocasión con las sinuosidades de un recorrido donde los árboles, majestuosos, extienden su ramas en vertical y horizontal para convertir cada golpe en un ejercicio de auténtica supervivencia.

Por su parte, Jordi García Pinto, inspirado, sólo se dejó tres jirones en su tarjeta, heridas superficiales para una vuelta donde brillaron con luz propia cinco lustrosos birdies, mientras que Pablo Larrazábal, un clásico de buenos resultados en los Open de España, mejoró incluso esos registros, cinco birdies por solo dos bogeys que hay que considerar un éxito en la búsqueda del máximo protagonismo.

De momento, de forma parcial y coyuntural, todos ellos lo han conseguido, atentos sin embargo a la fiera mirada de quien lo domina todo, ese recorrido que la inmensísima mayoría considera templo y que responde al nombre de Real Club Valderrama.

 

CLASIFICACIÓN (tras la primera jornada)

1.- Alexander Levy (Francia), 66

2.- Alejandro Cañizares (España), 67

+.- Andrew Johnston (Inglaterra), 67

+.- Stuart Manley (Gales), 67

+.- James Morrison (Inglaterra), 67

 

Alexander Levy, 25 años y dos triunfos en el Tour

La historia del primer gran protagonista de este Open es la de un talento que ha ido quemando etapas hasta llegar a la cima de golf continental. Con la salvedad de que lo ha hecho todo rápido. Nacido en Estados Unidos pero residente en Francia desde los cuatro años –y de padres franceses- Alexander Levy se hizo profesional en 2011, jugó el Challenge ese mismo año, superó la escuela de clasificación del European Tour en 2012 y dio la campanada en 2014 con dos victorias, en el Volvo China Open y en el Portugal Masters. Esta temporada, con 25 años, ya ha sido segundo en el ISPS HANDA Perth International y ha elegido para su primer título el mejor escenario posible, Valderrama.

Alexander Levy: “Valderrama es un campo muy difícil pero hemos jugado en condiciones fantásticas, con poco o nada de viento y he jugado verdaderamente bien, he pateado bien, lo he hecho todo bien. También he tenido he tenido algún momento de suerte, que aquí es importante con tantos árboles. Este 66 es mi mejor vuelta de la temporada.

En el entrenamiento comprendí que iba a ser una semana muy difícil y decidí salir a disfrutar del campo. Me he divertido sobre todo con el segundo golpe del 2. Estaba a unos 120 metros con un árbol que no me dejaba levantarla. He pegado un hierro 7 bajo que ha rodado hasta la bandera. Ha sido el golpe del día. Así hay que jugar este campo, hay que salir a divertirse, pero eso se dice fácil cuando juegas bien y te sale todo como hoy.

Me gusta jugar en campos difíciles como este porque no es un concurso de pat, tienes que jugar bien de tee a green y patear bien. Ese es el tipo de golf que me gusta.

No pienso en la Ryder este año, pero es mi gran objetivo para 2018”.

Sergio García - 74 golpes (+3)

“No he notado que he jugado mal pero estoy en un momento complicado de temporada, sin duda me hace falta descansar. Me ha dado rabia que no juguemos en otra fecha, es un campo que exige mucho, hay que estar muy fino de juego y de cabeza y ahora estoy un poquito de bajón, necesito más de energía.

Creo que el resultado ganador estará entre el par y 5 bajo par. Mañana intentaré hacer una buena vuelta a ver si poco a poco nos podemos acercar a ese resultado.

Los greenes están más blandos que ayer, aunque en algunos hoyos la he tirado perfecta y ha hecho 5 ó 6 metros de backspin. A medida que vaya pasando la semana van a estar más duros, y si estoy jugando bien, es como me gusta”.

 

Martin Kaymer - 69 golpes (-2)

“He jugado sólido,  he fallado algunos golpes pero eso es fácil en este campo y logré salvar pares. Tuve un gran comienzo con tres birdies. Un gran segundo golpe en el 10, dos pats en el 11 y un pat increíble de seis metros con mucha caída en el 12. Firmo hacer bajo par todos los días en este campo.

Lo único importante es coger calle porque si no, no vas a green. Y no basta con ir a calle hay que estar en el sitio bueno Los greenes son tan pequeños que cuando estás en green siempre tienes oportunidad de birdie. Si el pat funciona se pueden hacer pocas. Los greenes están parecidos a los de Augusta, la velocidad es la misma pero tienen menos cuestas, así que los que jugaron el Masters la semana pasada tendrán algo de ventaja.

Para tener opciones el domingo se necesitará una vuelta baja y las demás alrededor del par”.

 

Rafael Cabrera-Bello - 74 (+3)

“El resultado (+3) no es bueno, pero podía haber sido muy malo porque iba +5 en los primeros 9 hoyos y en la segunda vuelta he remontado bien.  En este campo no es un resultado excesivamente dañino, si juego bien los próximos días, tendré opciones.

He jugado bien, los bogeys de la primera vuelta no han sido malos golpes, nada que me preocupe. Me ha faltado conocer un poquito más el campo, saber cómo botaba la bola en los greenes. Han sido buenos tiros que han picado a la altura de la bandera pero han dado un primer bote bastante más largo de lo que me esperaba, además, no he estado excesivamente fino chipeando. No he podido practicar lo que me hubiera gustado, espero mejorar a lo largo de la semana.

El campo está duro aunque ha hecho poco viento y eso ha ayudado. Es un campo difícil, no te permite fallar ni en el tee ni en los tiros a green; los golpes de approach son muy difíciles y sin duda la preparación es bastante complicada.

No me noto muy cansado físicamente, pero tengo el sueño cambiado, en cuanto duerma bien, me encontraré mucho mejor”.