Una cosa es afición y otra, lo que le ocurre a Brad Luiten, un neozelandés loco por el golf que ha sido capaz de jugar 237 hoyos en doce horas seguidas. El caballero en cuestión batió por 16 hoyos el hasta entonces vigente récord Guinness de hoyos jugados en ese periodo de tiempo.

Luiten, que acometió el reto como tributo a un amigo fallecido por un cáncer de intestino, usó sólo un hierro 6 para jugar todos los hoyos. ¡Para que los que critican el golf digan que no es un deporte!

También animado en su caso por la lucha contra el cáncer, enfermedad que padecía un gran amigo suyo, fue el intento de batir un récord Guinness de golf por parte de David Steele en la Costa del Sol en 2003. Steele, que había sido jugador del Circuito Europeo durante ocho años, se quedó a 35 hoyos de superar la plusmarca mundial de más hoyos jugados en 24 horas seguidas, establecida en 800.

Para acometer la hazaña, Steele se desplazó hasta la Dama de Noche, campo marbellí que cuenta con iluminación artificial para poder ser jugado de noche, y utilizó un buggy muy potente preparado especialmente para la ocasión. El jugador británico llegó exhausto, casi desfallecido, al último hoyo cuando se cumplían las 24 horas desde que iniciara su maratoniana jornada de golf.