Uno de los muchos grandes placeres de jugar al golf es poder comunicarse con la naturaleza. Desafortunadamente, a veces eso también presenta peligros inesperados. En Australia, los golfistas en ciertas épocas del año tienen que estar especialmente vigilantes cuando están cerca de las urracas anidadoras. En Florida, los caimanes pueden darte un gran susto durante una ronda. Pablo Larrazábal incluso tuvo que sumergirse en un lago cuando fue atacado por un enjambre de avispas durante el Open de Malasia del 2014.

El último incidente se refiere a un animal que normalmente no suele alterar una ronda de golf.

Según un informe de la policía, un golfista no identificado estaba jugando el segundo hoyo del campo Shore Road en Winnapaug Country Club, en Rhode Island, Estados Unidos, cuando un zorro salió del bosque que rodea el terreno de juego, lo atacó y le mordió una pierna. Varios testigos informaron de que el golfista usó un palo para repeler al animal, pero el zorro respondió con más agresividad y lo atacó por segunda vez. Volvió a usar un palo para liberarse del animal, esta vez golpeábdole en las patas.

Sin embargo, en lugar de retroceder, el zorro atacó por tercera vez y ya entonces fue cuando el golfista le golpeó con su palo en la cabeza, lo que provocó la muerte del animal. 

El capitán de la policía de Westerly, Shawn Lacey, dijo que el ataque llevó a la policía y a funcionarios del Departamento de Gestión Ambiental a determinar que probablemente estaba relacionado con la presencia del virus de la rabia. El cuerpo del animal fue analizado y los resultados verificaron que el animal tenía la rabia.

"Había claros indicios que hacían sospechar que tenía el virus, incluyendo el momento del ataque y la forma en que el animal seguía cargando, pero hay protocolos en el lugar que debemos seguir", dijo Lacey.