Cuando Bobby Jones reinaba en el golf masculino de 1923 a 1930, el US y el British Amateur eran considerados majors, junto con el US Open y el Open Británico. Más tarde, tras la creación del torneo que se disputa en el Augusta National, el Grand Slam adoptó su configuración actual: Masters, US Open, Open Británico y US PGA Championship. Solo cinco jugadores han ganado los cuatro majors: Gene Sarazen, Ben Hogan, Gary Player, Jack Nicklaus y Tiger Woods. Sin embargo, este último es el único de los cuatro que ha ganado los cuatro títulos seguidos, aunque no en el mismo año, sino en dos temporadas consecutivas, una hazaña llamada “Tiger Slam”.

El Grand Slam femenino ha sufrido una transformación mucho más significativa. Los cinco majors actuales son (en su orden en el calendario): ANA Inspiration, US Women’s Open,  KPMG Women’s PGA Championship (los tres citados se disputan en Estados Unidos), Ricoh Women’s British Open y Evian Championship (Francia). Otros tres torneos han tenido un estatus importante en el pasado: du Maurier Classic (Canadá), Titleholders Championship (hasta 1972) y el Women’s Western Open (suspendido después de 1967). Como estos torneos se han mantenido tan separados en el tiempo, ninguna jugadora ha sido capaz de ganar los ocho. Podría decirse que la única que puede afirmar haber ganado un Grand Slam moderno es la australiana Karrie Webb, victoriosa en los cinco eventos de Grand Slam (ANA, EE. UU., PGA, British y du Maurier) antes de que el Evian fuera agregado a la lista del Grand Slam en 2013. Ninguna jugadora ha ganado los cinco grandes actuales.

En esta nueva sección de ganadores del Grand Slam, analizamos las carreras, los récords y los momentos estelares de las principales estrellas de este deporte, empezando por los dos que han ganado el mayor número de majors en las competiciones masculina y femenina, Jack Nicklaus (18) y Patty Berg (15).

Carismático Nicklaus

Si hay un jugador carismático en la historia del golf moderno, alguien que pueda ser considerado sin discusión como el más grande, ése es sin duda Jack Nicklaus. A sus 81 años, 16 después de haber dicho adiós a la competición profesional, el Oso Dorado es el protagonista indiscutible de una de las más fantásticas carreras deportivas de todos los tiempos. En su haber figuran 18 grandes y un total de 73 victorias en el PGA Tour, el Circuito Norteamericano, donde mantuvo su imbatible reinado durante muchos años en las décadas de los 60, 70 e incluso 80.

Hace 16 años, Nicklaus eligió St. Andrews y el Open Británico, torneo que había ganado en tres ocasiones, para despedirse del golf como jugador en activo porque, tal como declaró, “significa algo especial y ha sido una parte muy importante” en su carrera deportiva. El Oso Dorado obtuvo la victoria en St. Andrews en 1970 y 1978. En el que se convirtió en el último torneo de su prolífica carrera, su hijo Steve fue su caddie, lo que hizo que el torneo tuviera un contenido sentimental más fuerte para el estadounidense, que no pudo contener las lágrimas mientras recorría por última vez el escenario del Open Británico.

La carrera deportiva de Nicklaus, que lo ha sido todo en el mundo del golf, no tiene parangón. Empezó a jugar al golf cuando era niño y ganó su primer gran torneo, el Open de Ohio, cuando tenía sólo 16 años. Su siguiente gran triunfo fue el Campeonato Amateur de Estados Unidos, en 1959. Dos años más tarde revalidó este título y se impuso en el campeonato de la National Collegiate Athletic Association (NCAA).

Desde 1959 hasta 1961, año en que ingresó en el circuito profesional de su país, ganó todos los torneos en los que participó excepto uno.

En 1962, Nicklaus se adjudicó el Open de Estados Unidos tras derrotar a su compatriota Arnold Palmer, otra leyenda de este deporte. A lo largo de su dilatada y exitosa trayectoria profesional consiguió un increíble palmarés, que incluye seis ediciones del Masters (1963, 1965, 1966, 1972, 1975 y 1986), cinco de US PGA (1963, 1971, 1973, 1975, 1980), cuatro del Open de Estados Unidos (1962, 1967, 1972, 1980), tres del Open Británico (1966, 1970, 1978) y una del Campeonato del Mundo Match Play (1970). Fue nombrado mejor jugador de PGA Tour en cinco ocasiones (1967, 1972, 1973, 1975, 1976) y le fue concedido el premio como mejor jugador de golf del siglo XX en 1988.

El Oso Dorado ingresó en el circuito sénior norteamericano en 1990 y, en esta categoría, ganó dos Open de Estados Unidos (1991 y 1993) y dos PGA (1991 y 1996).

También es uno de los diseñadores de campos más prestigiosos del mundo a través de su compañía Golden Bear International. Recibió el premio como Diseñador del Año de Campos de Golf en 1993.

Nicklaus, que nació en Columbus, Ohio, el 21 de enero de 1940, reside a caballo entre North Palm Beach, Florida, y Carefree, Arizona, está casado con Barbara y es padre de cinco hijos. Jack II, Steve, Nancy, Gary y Michael.

Aunque ya no lo tiene nada fácil, Tiger Woods, otra figura ’extraterrestre’ del golf, es el único que podría llegar a igualar las plusmarcas deportivas de Nicklaus. El Tigre y el Oso, dos espléndidas bestias que han escrito, y aún lo hacen, la historia del golf.

‘Dinamita’ Berg

El Circuito Femenino de Estados Unidos (LPGA Tour) le debe mucho a Patty Berg. No en vano, Dinamita –su apodo– fue una de las promotoras y primera presidenta de la Asociación de Mujeres Golfistas Profesionales de Norteamérica (LPGA) y ayudó a popularizar este deporte entre las féminas gracias a sus espectaculares resultados en el terreno de juego, donde llegó a liderar los rankings durante tres décadas, en los años 40, 50 y 60.

Se puede sin duda considerar a Berg una de las más grandes golfistas de la historia de este deporte, ya que, entre otras hazañas, fue la que ganó más majors, quince, y la segunda en el número total de victorias, con 83, solo superada por Kathy Whitworth, si bien esta ‘sólo’ se anotó seis grandes en su carrera.

Nacida el 13 de febrero de 1918 en Minneapolis, Minnesota, la pecosa pelirroja prefería de pequeña jugar al fútbol con los niños del barrio a entretenerse con muñecas. A los 13 años se empezó a interesar por el golf y en 1934, con 16 años, ganó su primer torneo de entidad, el Minneapolis City Championship.

Su primera aparición en la escena nacional llegaría al año siguiente, cuando disputó la final del US Women’s Amatur. En 1937 quedó de nuevo segunda en la prestigiosa competición, y a la tercera, en 1938, se alzó finalmente con el triunfo.

Su gran salto a la fama internacional tuvo lugar en 1937 cuando, aún siendo amateur, ganó el Titleholders, primero de los quince majors que se anotó a lo largo de su carrera (seis veces más el citado título, siete el Western Open y una el US Women’s Open). 

En 1940, tras haber ganado una veintena de torneos como amateur, Berg se hizo golfista profesional. Durante la Segunda Guerra Mundial , entre 1942 y 1945, sirvió en el ejército de su país como teniente en la Marina.

A su vuelta a la vida civil, Berg se enroló en el Women’s Professional Golf Association Tour, precursor del LPGA Tour. Patty ayudó a fundar la LPGA en 1948 y fue la primera presidenta de esa asociación de golfistas profesionales. Para entonces, acumulaba ya las victorias a decenas, incluido un buen puñado de majors. En 1946 había ganado la edición inaugural del US Women’s Open. Sus catorce triunfos en los otros dos majors (Titleholders y Women’s Western Open) se sucedieron entre 1937 y 1958.

Patty no estaba considerada como una gran pegadora, pero donde era demoledora, pura dinamita, era en el juego corto.

Ganó tres Vare Trophies por el mejor resultado medio de la temporada en 1953, 1955 y 1956. En 1952 estableció el record de ronda femenina más baja, con 64 golpes, que no sería superado por otra mujer hasta doce años más tarde, en 1964, cuando Mickey Wright hizo una vuelta de 62.

Otra curiosidad es que fue la primera en hacer hoyo en uno en el US Women’s Championship, en 1959.

Fue elegida tres veces Mujer Deportista del Año (1938, 42 y 55) por la agencia Associated Press, y su nombre figura en el Salón de la Fama de la LPGA desde 1951. En 1974, entró a formar parte del Salón Mundial de la Fama del Golf. La LPGA estableció en 1978 y con carácter anual el Premio Patty Berg “a la golfista que ha hecho una gran contribución al golf femenino a lo largo del año”.

En 1963 recibió el Premio Bob Jones, la más alta distinción otorgada por la United States Golf Association en reconocimiento de su gran labor en el mundo del golf.

Su última victoria en el Circuito Femenino acaeció en 1962, con 44 años, pero ella siguió jugando esporádicamente en el LPGA Tour, incluso después de haberse operado de un cáncer en 1970.

Fue limitando paulatinamente sus participaciones en torneos, pero nunca dejó de colaborar en iniciativas para la difusión del deporte que tanto amaba y que tanto le había dado a lo largo de su vida.  Sus actividades incluían clinics, discursos, acciones promocionales, relaciones públicas e incluso clases de golf a los jóvenes en la zona donde residía, en Fort Myers, Florida.

El 10 de septiembre de 2006, a la edad de 88 años, moría la Dinamita.