Aunque todas las entradas “normales” para presenciar la Ryder Cup del próximo septiembre en Francia están agotadas, todavía hay posibilidades de disfrutar en directo en el campo del mayor espectáculo de golf del mundo. Eso sí, para ello deberá contar con una saneada economía, ya que los precios para asistir un sólo día de competición a Le Golf National oscilan entre 550 y 1.450 euros por persona en los denominados paquetes de hospitalidad. Claro que, si adquiere uno de ellos, disfrutará de un tratamiento Vip, y más vip cuanto más dinero desembolse.

En el paquete más barato, el de 550 euros por persona, dispondrá de un asiento en una mesa de 8, 10 o 12 comensales en el Riviera Restaurant, junto al hoyo 7, televisión para seguir el juego en directo, servicio de catering durante todo el día –desayuno, almuerzo buffet y merienda, así como bebidas–, acceso a un balcón con vistas al campo, revista oficial, suscripción gratuita a la retransmisión del torneo por radio y un regalo conmemorativo. Eso sí, necesitará al menos a otros siete comensales para reservar la mesa, cuyo precio para ocho es de 4.400 euros.

El paquete más caro, 11.400 por mesa de 8, ofrece los mismos servicios que el más barato pero en una localización más privilegiada, junto al hoyo 17, con vistas al green y a la zona de approach. 

Existe otra opción que ofrece más privacidad que una mesa en una gran carpa: las Seines Suites, chalets privados pensados para empresas con capacidad para entre 30 y 50 personas, a un precio global mínimo de 23.550 euros, esto es, 785 euros por persona.

Hay de todo modos una buena noticia para los aficionados que quieran imbuirse en Le Golf National del espíritu de la Ryder Cup a un precio mucho más modesto. Eso sí, sólo podrán asistir a las jornadas de prácticas los días previos a la competición, esto es, martes, miércoles y jueves (el torneo se juega de viernes a domingo). Para cada uno de los dos primeros días el precio de la entrada de adulto es de 45 euros, y para el viernes, 80.

Como se ve, aparte de un gran espectáculo, la Ryder Cup es un gran negocio.