Cody Blick es un joven con suerte, porque hay que tener mucha para que te roben los palos la víspera de una ronda decisiva para su carrera como golfista profesional y no acabar derrumbado. Al jugador norteamericano, de 25 años, le birlaron los palos del garaje de su casa la noche anterior a un partido decisivo: la última vuelta de la ronda final de la Escuela de Clasificación del Web.com Tour, el segundo circuito en el escalafón de Estados Unidos, en el que los mejores tienen acceso directo al PGA Tour en la siguiente temporada. 

Su recompensa de 5.000 dólares a quien tuviera información sobre sus palos robados no tuvo efecto alguno, así que llamó a Titleist y sus representantes locales reunieron rápidamente lo que pudieron, incluidos un driver del director de un club de golf y varios palos de un pro-shop.

Blick sólo tuvo tiempo para golpear unas pocas bolas antes de dirigirse al primer tee del Whilrwind Golf Club en Chandler, Arizona. El jugador tenía que hacer una ronda de 8 bajo par para poder jugar el año que viene en el Web.com Tour. Y la verdad es que las cosas le empezaron a rodar de maravilla. Hizo los primeros nueve hoyos en 32. No fallaba una calle con el driver y los demás palos respondían a la perfección. Al final hizo nueve birdies (tres en los tres últimos hoyos) en una ronda sin bogeys, o sea, 63, para un global de 19 bajo par. Había comenzado el día en el puesto 74 y lo terminaba en el 25, lo que le garantiza al menos ocho torneos en el Web.com Tour 2019.

“Fue una de esas cosas que nunca piensas que te puede ocurrir”, dijo Blick refiriéndose a su odisea con final feliz.