Rory McIlroy, con solo 23 años, volvió a inscribir con letras de oro su nombre en el Grand Slam gracias a su rotunda victoria, por ocho golpes, en el US PGA disputado en Kiawah Island, Carolina del Sur. El norirlandés conseguía así el segundo grande en su palmarés y retornaba a la cima del golf mundial, superando en el ranking al inglés Luke Donald. Y además se convertía en el jugador más joven en conquistar dos grandes, desbancando por cuatro meses a Tiger Woods, y también en el primer jugador de su país que gana este torneo.
En junio de 2011, McIlroy maravilló al mundo con su histórico triunfo en el Open de Estados Unidos: fue el ganador más joven, con 22 años, desde 1923 y marcador récord de 22 bajo par.
Un año y dos meses después, este golfista de talento prodigioso ha sumado un nuevo major, con la cifra brutal de 8 golpes de ventaja sobre el segundo clasificado, el inglés David Lynn (-5).
De rebote, McIlroy recuperó el liderato mundial que ostentaba el inglés Luke Donald y logra el tercer triunfo de un golfista europeo en este torneo en las cinco últimas ediciones.
En el Ocean Course, McIlroy ha quebrado una racha malévola en los tres torneos de Grand Slam anteriores en 2012 y recupera la senda de los jugadores llamados a escribir los mejores renglones del golf mundial de comienzos de siglo.
El domingo de esta victoria fue un maratón de hoyos y golf, pues la penúltima jornada se vio aplazada por las tormentas y muchos de los jugadores tuvieron que rematar el trabajo inconcluso de la tercera ronda y completar la cuarta.
McIlroy se acostó como líder provisional, junto al fiyiano Vijay Singh, pero con la obligación de, al despertar, jugar 9 hoyos y seguidamente otros 18. Esos 27 agujeros en un día no solo no supusieron un empacho de juego, sino que McIlroy firmó 67 golpes (-5) y al final de la tarde presentó 66.
El resultado fue devastador. El norirlandés aventajó en 8 golpes al citado Lynn, y en 9 a Justin Rose, Keegan Bradley -el mejor estadounidense y defensor del título-, Ian Poulter y el sueco Carl Pettersson.
Tiger Woods, que afrontó el fin de semana como líder, selló 72 y 74 el domingo, para concluir en el puesto undécimo y lejos de proyectar sombras al triunfo importantísimo de McIlroy.
El inglés Donald, que peleó como una fiera para defender su cetro mundial (selló 66 golpes en la última vuelta), acabó en el puesto trigésimo segundo, cinco peldaños peor que el español Miguel Ángel Jiménez, el veterano de 48 años que nunca se entrega y que, como en el Open Británico del mes de julio, fue el mejor de la representación española. El malagueño totalizó 289 golpes, mientras que Gonzalo Fernández-Castaño sumó un total de 297 golpes y ocupó la 62ª plaza final del torneo.
McIlroy es el sexto europeo que logra adjudicarse el US PGA después de 94 ediciones. Antes lo lograron Jim Barnes (1916 y 1919), Jock Hutchinson (1920), Tommy Armour (1930), Padraig Harrington (2008) y Martin Kaymer (2010).