Los torneos benéficos están a la orden del día en el mundo del golf, que se vuelca con las más variadas causas caritativas. Aunque la mayoría de las veces los jugadores se inscriben en una competición sabiendo el destino de sus aportaciones, a veces la solidaridad surge de forma espontánea e inesperada. Es lo que ocurrió por ejemplo en el Marbella Amateur Open, un torneo amateur organizado por el Grupo Alfil que se disputa durante cuatro días como una competición profesional.

Uno de los ganadores, el alemán Heinz Happel, en lugar de quedarse con el premio, un carro eléctrico de golf, quiso que se subastara entre los asistentes y que el dinero obtenido se destinara a una organización caritativa que destinara los fondos a los niños necesitados. Finalmente, el premio se lo adjudicó un participante de Madrid que ofreció 550 euros por el carro, y ese dinero fue posteriormente entregado al párroco de la Iglesia de la Encarnación de Marbella para que lo destinara a Caritas.

Ésta era la séptima edición del torneo y para tal ocasión se contó con un campo que aun no había acogido este torneo. Se trataba de Valle Romano Golf,un joven y prestigioso campo que destaca por su alto nivel de mantenimiento y unos greenes al nivel de los mejores campos. Además se disputó en otros tres magníficos campos ya conocidos por jugadores de ediciones anteriores: Flamingos Golf, dentro del complejo Villa Padierna y sede de diversos torneos profesionales; Santa Clara, un campo de golf de 18 hoyos par 71, y La Quinta, un famoso club que presenta un recorrido reformado y que este año ha sido sede de sendos torneos del European Senior Tour y del Ladies European Tour.