Europa, como defensora del título y al bastarle el empate (14-14), ha retenido la Solheim Cup en un final extraordinario contra Estados Unidos en Finca Cortesín. Este triunfo significa que Europa consigue por vez primera tres títulos seguidos en esta competición bienal.
Antes de esta edición del torneo, la decimoctava, el marcador global era 10-7 a favor de Estados Unidos. Desde que comenzó la Solheim Cup, en 1990, Europa nunca había ganado tres competiciones seguidas. El equipo estadounidense ganó tres títulos seguidos en 1994, 1996 y 1998 y nuevamente en 2005, 2007 y 2009.
Comenzando el día empatado 8-8 después de dos días de foursomes y fourballs, todo se redujo a un apasionante último día de individuales y los equipos empataron los partidos con seis puntos cada uno. El título se decidió en los últimos partidos, que tuvieron como protagonistas destacadas a Carlota Ciganda y a la sueca Caroline Hedwall.
La estrella española embocó el putt para ganar su partido y conseguir el decimocuarto punto necesario para retener la Copa. Quedaba por terminar el duelo entre Lexie Thompson y Emily Perdensen, que perdió la europea, pero el punto en juego ya no tenía importancia, al haber alcanzado ya Europa el decisivo punto 14 gracias a Ciganda. La jugadora navarra fue sin duda la gran protagonista con un juego extraordinario, evidenciado en los cuatro puntos que sumó para su equipo durante los tres días de competición.
Por su parte, Hedwall fue la otra jugadora que dio alas a Europa gracias a su fantástica remontada y su trepidante final. Tres abajo después del 12, le dio la vuelta al partido, ganando cinco de los últimos seis hoyos en su partido contra Ally Ewing.
En declaraciones a Sky Sports, la capitana europea, Suzann Pettersen, dijo: “Creo que las lágrimas ya se han ido. Creo que así debía ser: Carlota embocó el putt ganador en España. Hedwall desempeñó su papel. Todo llegó hasta el último momento”.
Pettersen añadió: "Esta noche habrá una gran fiesta". Cuando se le preguntó cómo la celebraría, añadió: “A la manera española”.
La presencia del Rey Felipe en la ceremonia de clausura dio aún más realce a uno de los eventos deportivos más importantes del mundo.