El club de golf costasoleño Las Brisas, enclavado en Marbella, ha expresado su orgullo porque su socio Des Smyth ha sido elegido por el capitán del equipo europeo de Ryder Cup, Paul McGuinley, para ejercer de vicecapitán en la próxima edición de este torneo bienal, en Gleneagles, Escocia, del 23 al 28 de septiembre. McGuinley también ha designado vicecapitán al escocés Sam Torrance.

El director del Real Club de Golf Las Brisas, Paul Muñoz, ha expresado la satisfacción de la entidad por  la elección de Smyth como vicecapitán de la Ryder Cup: “Su nombramiento es un orgullo para todos nosotros y estamos seguros de que hará un gran trabajo”.

Smyth, asiduo visitante de la Costa del Sol desde hace más de una década, ha adquirido una vivienda cerca del Real Club de Golf Las Brisas y reside en Marbella en los periodos de descanso de su calendario de competiciones en los circuitos seniors de Europa y Estados Unidos. Su intención, tal como ha comentado a sus amigos del RCG Las Brisas, es vivir en la Costa del Sol cuando se retire de la competición.

Smyth, de 61 años, con veinticinco victorias como profesional, ocho de ellas en el Circuito Europeo, disputó las Ryder Cups de 1979 y 1981, y en la edición de 2006, jugada en el irlandés K Club, fue uno de los vicecapitanes de Ian Woosnam.

Su última victoria en el Circuito Europeo se registró en el Open de Madeira de 2001, cuando tenía 48 años y 34 días, un record que perduró más de una década, hasta que lo superó el malagueño Miguel Ángel Jiménez. Desde 2003, Smyth ha cosechado cinco victorias en el Circuito Europeo Senior.

El Real Club de Golf Las Brisas es uno de los más reputados campos de golf de España. Diseñado por el que fuera uno de los más prolíficos y prestigiosos diseñadores del mundo, Robert Trent Jones, este trazado costasoleño ha sido escenario de torneos internacionales de gran relieve, entre los que destacan la Copa del Mundo de 1973, ganada por Jack Nikclaus y Johnny Miller, los Open de España de 1970 (Ángel Gallardo), 1983 (Eamonn Darcy) y 1987 (Nick Faldo), y el Open del Mediterráneo de 1990 (Ian Woosnam).

“Las Brisas”, dijo en una ocasión el norteamericano Paul Azinger, no tiene un mal hoyo. De hecho es uno de los mejores campos que he podido jugar”.