Con medio siglo a cuestas, Miguel Ángel Jiménez está demostrando que tiene cuerda para rato. En la primera jornada del Masters de Augusta, el malagueño ha sido el mejor de los cuatro españoles que participan en el torneo al hacer un golpe bajo par (71) y ocupar el undécimo puesto, empatado con otros ocho jugadores. El estadounidense Bill Haas quedó primero al completar el recorrido con cuatro golpes bajo par (68), uno menos que el australiano Adam Scott, el surafricano Louis Oosthuizen y el también local Bubba Watson, todos ellos con 69, que lo siguieron en la clasificación.

Sergio García y José María Olazábal consiguieron dos golpes sobre par (73) que también los deja con posibilidades de superar hoy el corte, al ocupar el cuadragésimo segundo lugar, empatados con otros diez jugadores. Más complicado lo tendrá Gonzalo Fernández Castaño, que logró tres golpes sobre el par (75) y ocupa el puesto 53 compartido con otros trece golfistas.

Jiménez mantuvo todo el recorrido una gran consistencia con sólo un 'bogey' en el hoyo 11 y un doble 'bogey' en el 12, mientras que colocó cuatro 'birdies' (2, 6, 7 y 9), todos los demás fueron par.

García comenzó bien con un 'birdie' en el segundo hoyo, que repitió en el sexto, séptimo y decimotercero, pero tuvo 'bogeis' en el tercero, quinto, undécimo, decimocuarto, decimoséptimo y el último (18).

Olazábal tuvo dos hoyos, el séptimo y el undécimo que registró dos sobre el par y eso fue lo que le peso en la tarjeta final que pudo haber sido mejor de cara a asegurarse estar en la disputa del fin de semana.

Mientras que Fernández Castaño sólo consiguió un 'birdie' en el hoyo decimoquinto y tuvo cuatro 'bogeis' (4, 7, 8 y 18), y el único 'birdie' lo logró en el decimoquinto que lo dejó colocado en el puesto 54, empatado con doce jugadores más.

 

El argentino Ángel Cabrera tampoco arriesgó con sus golpes y sólo pudo firmar una tarjeta de seis golpes sobre par (78), que complica las posibilidades de estar en el fin de semana del torneo, que ganó en el 2009 y quedó subcampeón el año pasado.

Cabrera esta vez no arriesgo en su torneo favorito y al final lo pagó con una clasificación que no se esperaba y que le obligará a tener una gran actuación cuando el viernes salte a campo para la segunda ronda.

El golfista argentino tiró a la bandera con su segundo golpe en el Par 4 del siempre difícil hoyo 11, y encontró el agua a la izquierda del 'green' lo que le costó tres 'putts' y un triple 'bogey'.