"El problema es mío". Un abatido Rory McIlroy reconocía que le resultará difícil centrarse esta semana en el golf, en el BMW PGA, tras haber suspendido ayer su compromiso con la tenista Caroline Wozniacki.

Sólo unos días de haber enviado las invitaciones de boda, el golfista norirlandés de 25 años, dos menos que su ya ex novia, aseguró que no está preparado para el matrimonio. "No existe un modo adecuado de poner fin a una relación que ha sido tan importante para dos personas", aseguró el deportista en un comunicado en vísperas del campeonato, que se celebra en Wentworth.

"El problema es mío. El envío de las invitaciones durante el fin de semana me hizo darme cuenta de que no estaba preparado para todo lo que entraña el matrimonio. Deseo a Caroline toda la felicidad que merece y le agradezco los grandes momentos que hemos vivido juntos".

La pareja, conocida como 'Wozilroy' (al estilo 'Brangelina') por sus fans, anunció su compromiso el pasado enero a través de Twitter, después de que McIlroy se declarase a su novia tras los fuegos de Nochevieja en Sydney.

El número 10 del mundo, claramente consternado, aseguró en una rueda de prensa este miércoles que no se había planteado retirarse del campeonato. "No voy a mentir. Va a ser realmente difícil, pero voy a tener que concentrarme en lo que tengo entre manos. Me comprometí a estar aquí y pensé que mi obligación era jugar en este evento", añadió McIlroy, quien mantenía una relación con Wozniacki desde hace dos años y medio.

"Obviamente, es un momento bastante difícil para Caroline y para mí y creo que el comunicado realmente lo dijo todo esta mañana. Fue mutuo y ambos pensamos que era lo mejor para los dos".

"Es hora de seguir adelante y creo que ya he dicho todo lo que tenía que decir. Simplemente quiero concentrarme en el golf y en el torneo".