El US Open, que reúne en Pinehurst Resort, Carolina del Norte, a los mejores jugadores del mundo, con la excepción de Tiger Woods, que sigue de baja, no ha empezado muy bien para los cuatro españoles en liza, ninguno de los cuales ha sido capaz siquiera de igualar el par del campo. El que más cerca se ha quedado, un golpe, ha sido Pablo Larrázabal, con 71 (+1). El barcelonés ocupa la 36ª plaza y está a seis golpes del líder, el alemán Martin Kaymer (65), y a tres de los segundos clasificados, el norirlandés Graeme McDowell, el zimbabwés Brendon de Jonge y los estadounidenses Fran Quinn y Kevin Na (68).

Menos acertados han estado en su estreno Miguel Ángel Jiménez (72), Sergio García (73) y Gonzalo Fernández-Castaño (76). Los tres deberán apretar hoy en la segunda jornada para ganarse el derecho a jugar el fin de semana en este difícil campo, en el que sólo quince jugadores han logrado bajar del par en la primera jornada.

El cuarteto español se mide en Pinehurst a la práctica totalidad de los mejores golfistas del mundo con la casi única ausencia de Tiger Woods, que continúa recuperándose de la operación a la que se sometió el 31 de marzo (una microdisectomía para aliviar el dolor causado por un nervio pinzado en su espalda). Phil Mickelson, Bubba Watson, Adam Scott, Rory McIlroy, Graeme McDowell… todos ellos están en uno de los campos míticos de Estados Unidos.

Los españoles han llegado al torneo en un momento dulce, especialmente Sergio García y Miguel Ángel Jiménez. El primero está completando una temporada notable, al igual que el segundo, que además suma una reciente victoria en el Open de España. Gonzalo Fernández-Castaño, por su parte, está aún en periodo de adaptación al PGA, y esta semana será importante para él. El último en llegar ha sido Pablo Larrazábal, que sólo ha dejado de pasar tres cortes en 2014 y tiene aún en la retina su victoria en Abu Dhabi.

 

Foto: Martin Kaymer