Más de la mitad de los jugadores disfrutarían más del golf si jugaran sus rondas en menos tiempo. Éste es uno de los datos obtenidos en una macroencuesta sobre el ritmo de juego que el Royal and Ancient (R&A) ha realizado a más de 56.000 jugadores de golf de 122 países.

El R&A, máxima autoridad rectora del golf mundial junto con la USGA,  la ha efectuado como parte de sus esfuerzos para investigar los problemas que afectan el golf y en qué medida impactan sobre su desarrollo.

El estudio, hecho entre septiembre de 2014 y marzo de 2015, revela que mientras que el 70% de los jugadores de golf están satisfechos con la duración de sus rondas, el 60% de los jugadores opinaron que disfrutarían más del golf si jugaran en menos tiempo. Es importante destacar que, de los jugadores de 25 a 44 años que dijeron que nunca estaban contentos con el ritmo de juego, el 21% dijo que el golf tendría que durar hasta una hora y media menos para poder jugar más a menudo. De los 8.468 jugadores en este rango de edad que respondieron, el 19% dijo que valoraría positivamente tener la oportunidad de jugar nueve hoyos más a menudo en un formato alternativo.

La encuesta encontró que los dos principales factores que impiden la práctica del golf son los compromisos profesionales (34%) y los compromisos familiares (29%) y que el tiempo necesario para jugar (16%) ocupa el tercer lugar. Otros factores mencionados fueron aficiones alternativas (12%), el coste de la actividad (7%), la dificultad de juego (1%) y el coste de los equipos (1%); aunque hubo ciertas variaciones regionales sobre estos porcentajes.

El Royal & Ancient está organizando un foro que se celebrará a finales de este año en donde se invitará a una serie de organizaciones de golf a abordar el problema del ritmo de juego y a explorar áreas clave del comportamiento de los jugadores, los enfoques de gestión y cuestiones sobre los campos de golf.

Duncan Weir, director ejecutivo de R&A, expuso: “Esta encuesta es nuestro primer paso para examinar, detalladamente, la amplia gama de cuestiones que afectan actualmente a la participación en el golf. Hay muchas evidencias disponible, y la encuesta para obtener datos precisos sobre el ritmo de juego es un aspecto importante para hacernos una idea de cuales son los principales factores que, según los propios jugadores, contribuyen a ralentizar las rondas. Creemos que el siguiente paso en este proceso es comprometer a nuestros socios en toda la industria del golf a ver estos resultados e invitarles a contribuir con sus puntos de vista a estos importantes debates. Nuestro foro a finales de este año brindará la oportunidad para que se lleven a cabo estas aportaciones”.

A los efectos de este informe los países se agrupan para formar regiones: África, Asia, Australasia, Europa Continental, Gran Bretaña e Irlanda (GB & I), América Latina y Caribe, y América del Norte. La encuesta se realizó en distintos idiomas (japonés, chino, español, francés, alemán e inglés) para facilitar la mayor cantidad de respuestas. El número de rondas jugado cada año por los encuestados indicaría que son golfistas entusiastas y activos (un promedio de dos rondas por semana). La muestra también revela la persistencia de este deporte entre los encuestados, con una media de veinte años jugando al golf; con el excepción de la Europa continental, donde ésta se redujo a once años.

Si bien hubo diferencias entre grupos de edad y sexo, éstas no fueron tan marcadas como se pensaba. Por esta razón, las respuestas son generalmente desglosados ​​por región en lugar de por rangos de género y edad.

Los resultados de la encuesta indican que jugar en grupos de cuatro es lo más habitual, excepto en Europa Continental, donde lo más frecuente es jugar en grupos de tres. En cuanto a la modalidad de juego predominante, ésta varía entre regiones. En Australia, la mayoritaria es Stableford (63%) y la cantidad de juego de competición (81%) es particularmente notable.

Se preguntó cuánto tiempo empleaban en jugar 18 hoyos y la respuesta más común fue entre cuatro horas y cuatro y media, excepto en GB & I en donde se redujo a entre tres y media y cuatro horas. También se preguntó cuánto tiempo duraba su ronda cuando empezaron a jugar al golf, y en general la duración era equiparable a la actual. Los promedios ponderados indican que el tiempo medio en GB & I es de alrededor de 3,44 horas, mientras que en otras regiones aumenta a 3,54 (Europa Continental) y a 4,09 (Australasia y América Latina y Caribe).

 

Frecuencia de juego

En cuanto a qué factores les impidieron jugar más al golf. A nivel mundial los respuestas más usuales fueron compromisos de trabajo y familiares, aunque hubo alguna variación en las respuestas por grupos de edad y por región. El tiempo necesario que requería el juego fue el siguiente factor a nivel mundial.

El coste de jugar al golf fue citado como un razón para no jugar más al golf por un 28,5% de los encuestados de Asia, pero en GB & I por apenas un 2,2%. El coste del equipo y la dificultad del juego no se mencionaron como razones con mucha frecuencia, aunque dentro de los golfistas más de 75 años de edad la proporción de los que citaron la dificultad del juego se incrementó hasta el 7,4%. Las mujeres mencionaron aficiones alternativas (17,7%) en mayor proporción que los hombres (11,4%) como un factor que les influía a la hora de no jugar al golf con más frecuencia.

 

Actitudes de ritmo de juego

En la encuesta se preguntaba si estaban generalmente contentos con el tiempo que empleaban en jugar al golf. La mayoría respondió positivamente diciendo que lo estaban siempre (4,3%) o la mayoría de las veces (64,6%). El resto de los encuestados estaban contentos a veces (27,1%) o nunca (4,0%). Como era de esperar, los que nunca estaban contentos con el tiempo de sus rondas empleaba generalmente más de cuatro horas y media.

A pesar de este resultado positivo, la mayoría de los encuestados dijo que jugar en menos tiempo les haría disfrutar más del golf (60,1%). También se les pidió que cuantificaran la reducción de tiempo por ronda que haría aumentar su frecuencia de juego. Algo más de la mitad de los encuestados dijeron que no supondría una diferencia, pero en torno a una cuarta parte dijeron que para jugar con más frecuencia necesitarían una bajada de 21 a 39 minutos por ronda (es decir, aproximadamente dos minutos por hoyo). Este factor aumentó a entre 40 y 59 minutos por ronda (tres minutos por hoyo) entre los que decían que su tiempo medio por ronda era de cinco horas a cinco y media.

Es interesante centrarse en aquellos que estaban menos o nunca contentos con su ritmo de juego. Como era de esperar, el panorama es diferente. El grupo de los que nunca se mostraron satisfechos dijo que, para que jugaran más veces al golf, la ronda debería reducirse entre 21 y 59 minutos. Ésta reducción aumenta mucho más en los golfistas de entre 25 y 44 años, algunos de los cuales consideraron que, para jugar más a menudo, el tiempo por ronda debería mejorar entre 60 y 90 minutos. Siendo realistas, tales reducciones en los tiempos por ronda serían muy difíciles de lograr mejorando únicamente el ritmo de juego.

 

Causas de los problemas con ritmo de juego

En esta primera etapa, el informe del R&A pretende describir los resultados de la encuesta en lugar de aportar soluciones. En general, los encuestados culpan a los otros golfistas de problemas en el ritmo de juego, citando con más frecuencia el incumplimiento de la etiqueta en el campo, el mal juego y las rutinas de los jugadores previas al golpe. En Estados Unidos la causa más frecuentemente citada es la de los jugadores que salen de tees demasiado difíciles para ellos, lo que indica que la campaña de la USGA "Tee It Forward" (adelanta el tee) es de especial relevancia en ese país o, por lo menos, que el mensaje de la campaña ha calado en los jugadores norteamericanos.

 

30.000 sugerencias

 

Hay preguntas que solicitaban respuestas abiertas y una de las próximas etapas es revisar estos comentarios. Hay alrededor de 30.000 sugerencias para lo que podría mejorar el ritmo de juego y muchos otros comentarios. Un resumen de algunos de los puntos clave se incluye en este informe, pero se profundizará a este respecto en la citada cita de la R&A que se celebrará a finales de año.