Arnold Palmer tenía un putt de 2,4 metros en el último hoyo del Pecan Valley Golf Club en San Antonio, Texas, para forzar un desempate y optar a ganar por primera vez el US PGA Championship. Pero la bola no quiso entrar y la gloria y el triunfo se los llevó Julius Boros, quien, con 48 años y 4 meses, se convertía aquel verano de 1968 en el jugador de mayor edad en ganar un grande. El récord continúa imbatido. Palmer, por cierto, quedó otras dos veces segundo en ese major, el único de los grandes que nunca ganó.
Cumplìa ese año el US PGA Championship su 50 aniversario. Corría mediados de julio yel calor era sofocante, lo que no fue óbice para que Boros se anotase el tercero de sus tres grandes, con un golpe de ventaja sobre Palmer y Bob Charles. Aquel de 1968 fue el último major disputado antes de la formación de la Tournament Players Division, más tarde renombrada como PGA Tour.
En su séptimo US PGA Championship, Jack Nicklaus perdió por un golpe su primer corte en ese torneo (firmó 71 y 79: +10); y eso después de que en cinco de sus seis finales anteriores estuviera entre los tres primeros, con una victoria en 1963 en Dallas . El Oso Dorado pasó los siguientes nueve cortes en ese grande y ganó cuatro veces más (1971, 1973, 1975 y 1980).
Boros empezó el torneo con una ronda de 71, a seis golpes del primer líder, Marty Fleckman. El segundo día repitió resultado y se colocó noveno, a cuatro de los dos colíderes, Frank Beard y Marty Fleckman. Palmer y Lee Treviño compartían la cuarta plaza, con dos golpes menos que Boros.
En la tercera ronda, los 70 impactos de Boros le auparon a la tercera plaza, compartida con Palmer y Bob Charles, a dos golpes de los líderes, que seguían siendo Beard y Fleckman.
Y llegó el gran día, el domingo 21 de julio de 1968. Boros exprimió su talento y su veteranía y con 69 golpes para un total de 281 (+1) se impuso por uno a Palmer y Charles. Fleckman quedó cuarto y Beard, quinto. Se convertía así Boros en el jugador de más edad en ganar un grande. También ganó, por cierto, los 25.000 dólares destinados al campeón.
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Combinación perfecta
Si algún golfista personifica a la perfección una combinación de juego relajado, técnica perfecta y fuego competitivo, ése es sin duda Boros. Todo sobre el flemático ex contable norteamericano trasmitía relajación e imperturbabilidad. Pero cuando se presentaba una oportunidad de ganar un torneo, pocos se mostraban tan eficientes y enérgicos como él.
Ganó 18 veces entre 1952 y 1968, incluidos tres majors. Fue Jugador del Año del Circuito Norteamericano en 1952 y 1963, encabezó la lista de ganancias en 1952 y 1955, y jugó en cuatro equipos de la Ryder Cup.
Su primera victoria fue nada menos que en el US Open, en 1952, que ganó por cuatro golpes de ventaja en Northwood CC, Dallas. Triunfó de nuevo en ese grande en 1963, en Brookline, embocando birdies en dos de los tres últimos hoyos para llegar a un desempate con Arnold Palmer y Jackie Cupit, a los que derrotó, con 70 golpes, en la ronda del playoff. A los 43 años se convertía en el ganador del Open de más edad desde Ted Ray. Luego, en 1968, Boros ganó el PGA Championship en San Antonio al derrotar de nuevo a Palmer y, con 48 años, establecía el récord de ser el jugador de más edad en ganar un major.
Aparte de sus victorias en los grandes, se caracterizó por ganar los torneos con mayor dotación económica. Así, se impuso en el Campeonato del Mundo en 1952 y 1955, cuando el primer premio ascendía a una en aquella época astronómica cifra de 50.000 dólares. Su última victoria acaeció en el Westchester Classic de 1968, que entonces tenía el mayor premio de un torneo de golf del PGA Tour: 50.000 dólares.
Hijo de inmigrantes húngaros, Boros vino al mundo el 3 de marzo de 1920 en Fairfield, Conética. De adulto, su estatura, 1,82 metros, corpulencia, en torno a los 90 kilos, y su carácter tranquilo le valieron el apodo de Alce. Aprendió a tomarse las cosas todavía con más tranquilidad después de haber descubierto durante su servicio militar que tenía una dolencia de tipo cardiaco. A pesar de su aparente imperturbabilidad, admitió que estaba “tan temeroso como cualquier otro en una situación difícil; sentía como si tuviera hojas de afeitar en mi estómago“.
La razón principal de que fuera capaz de durar tanto tiempo en candelero al ritmo de la más alta competición fue que su técnica era ajena a toda tensión y técnicamente impecable. Su lema era “swing fácil, golpe fuerte”, y él generaba así una gran energía. “Julius Boros era todo manos y muñecas, como un hombre quitando el polvo de los muebles”, dijo de él el ganador del Open Británico de 1964, Tony Lema. Especialmente sus golpes con hierros aterrizaban con una suavidad única, como si la bola llevase paracaídas. También fue el maestro del sand wedge, sobre todo desde el rough alrededor del green: su suave y lento swing proyectaba la bola con un toque misterioso.
Todo ello se reflejó en su éxito en el torneo que más control requiere en los golpes, el Open de Estados Unidos. Boros terminó entre los cinco mejores de ese major nueve veces entre 1951 y 1965. Y en 1973, con 53 años, llegó a ir empatado en el liderato después de 62 hoyos antes de terminar séptimo.
Boros ganó el Campeonato de la PGA Seniors en 1977, y desempeñó un papel clave en el lanzamiento del Champions Tour, el Circuito Senior de Estados Unidos, embocando un putt de birdie en el sexto hoyo de desempate junto a Roberto De Vicenzo que le dio la victoria sobre Tommy Bolt y Art Wall en el torneo Leyendas de Golf de 1979.
Boros falleció en un campo de golf cerca de su casa, en Florida, el 28 de mayo de 1994, a los 74 años. Su hijo Guy, ganó en 1996 el Open de Vancouver, haciendo de los Boros uno de los tres tandems padre-hijo que han ganado hasta ahora en el PGA Tour.