Sergio García podría hacer realidad hoy su sueño de ganar un grande si sigue la progresión de resultados que ha experimentado desde que el jueves comenzara este atípico Open Británico. Sus 70, 69 y 68 golpes le han situado a sólo tres golpes de los líderes a falta de los decisivos 18 hoyos finales en St Andrews. Eso sí, la competencia es durísima: los 25 primeros jugadores clasificados están a cinco golpes de distancia máxima. En cabeza, el sorprendente Paul Dunne, el 80º del ranking mundial amateur, que entregaba ayer una impecable tercera vuelta de 66(-6) para compartir el liderato en -12 con su compañero de partido Louis Oosthuizen, ganador de la edición de 2010 (la última jugada en St Andrews) y el australiano Jason Day, que lleva ocho top 10 en los grandes desde 2010.

Un golpe por detrás de los líderes, Jordan Spieth va en busca del gran slam con -11 después de entregar otro 66.

Le sigue a un golpe con -10 el ganador de 2007 y 2008, Padraig Harrington, después de un excelente 65(-7) sin errores.

Dunne, que estudia en la universidad de Alabama, se clasificó en Woburn para el Abierto Británico por segundo año consecutivo y lleva de caddie a su profesor, Alan Murray.

Esta semana se ha convertido en el primer jugador aficionado que lidera el Abierto Británico tras 54 hoyos desde el legendario Bobby Jones en 1927, de camino a ganar la segunda de sus tres jarras de clarete en St Andrews.

Dunne salió el jueves en el segundo partido y empezó con dos birdies. Entonces dijo que esperaba que alguien hubiera hecho un pantallazo de la clasificación para demostrar que había liderado el Open. Tres días más tarde, su objetivo ya no es la medalla de plata al mejor amateur sino la propia jarra de clarete.

«No es imposible, soy muy capaz de hacer la vuelta que necesito para ganar siempre que los demás no tengan su mejor día”.

«Eso ya no lo puedo controlar. Solo puedo salir a jugar mi juego... y a ver hasta donde llego”

“Liderar el Open es surrealista pero mis tres vueltas son muy reales”.

Spieth aspira a convertirse en el primer jugador que gana los tres primeros grandes del año y el tercero que gana tres grandes en una misma temporada después de Ben Hogan y Tiger Woods. Además destronaría del primer puesto del mundo a Rory McIlroy si ganara mañana.

«De momento no me han venido esas ideas a la cabeza jugando por el campo, pero no sé lo que pasará mañana.

«Si llego con opciones a la recta final, será casi imposible no pensar en ello así que voy a considerarlo como una gran oportunidad.

«Esa presión no la veo como algo negativo sino casi como una ventaja, una motivación añadida para rematar la faena.

«Ya sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Para mucha gente la presión añadida es algo negativo que les impide jugar cómodos. Para mí puede llegar a ser una ventaja, porque le pegas un poco más fuerte y puedes centrar la mente en objetivos muy específicos y bloquear todo lo demás».

Nueve jugadores empatan en sexta posición con -9, entre ellos, aparte de Sergio, Justin Rose, Adam Scott, Danny Willett y otro amateur, el norteamericano Jordan Niebrugge.

El otro español en juego tras el corte, Rafa Cabrera-Bello ocupa el puesto 45º, con -4, después de sus 68 golpes de la tercera ronda.

Dustin Johnson, el líder de las dos primeras vueltas, sellaba ayer unos penosos 75 golpes y retrocedía al puesto 18º, con -7, a cinco golpes de la cabeza.