Ian poulter gana Finca Cortesin volvo

Ian Poulter se impone en la final a Luke Donald en Finca Cortesín en uno de los torneos con el mejor plantel de jugadores (seis de los siete primeros del mundo) disputado en España.

Ha sido sin duda uno de los mejores torneos disputados en España en los últimos años, especialmente por la categoría de las estrellas que se dieron cita en el espléndido recorrido diseñado por el norteamericano Cabell B. Robinson, enclavado en un resort, Finca Cortesín, de los que dan prestigio no sólo a la Costa del Sol sino a toda España

Y es que entre los 24 jugadores que disputaron el Volvo World Match Play en Finca Cortesín, en Casares, se encontraban los hasta entonces vigentes campeones de los cuatro Grandes (Schwartzel, McDowell, Oosthuizen y Kaymer), seis de los siete mejores jugadores del mundo y el grueso del equipo europeo que ganó la pasada Ryder Cup.

Por si eso no fuese suficiente atractivo, el torneo, con 14 países representados entre sus participantes, ofreció la oportunidad inédita en España de ver en acción a los tres primeros jugadores del ranking mundial (Westwood, Donald y Kaymer).

En la Ryder Cup de 1997 vino a España Tiger Woods, entonces número dos del mundo, pero no los números uno y tres, el australiano Greg Norman y el sudafricano Ernie Els.

En 1999, Tiger volvió a España, esta vez como número uno del mundo, pero no acudió el segundo, David Duval. Colin Montgomerie, número tres, si jugó el World Golf Championshipp American Express. Un año después y en el mismo torneo se reunieron el numero uno y el dos, Tiger Woods y Ernie Els, pero no el tres, Phil Mickelson.

Volvo también logró una participación de lujo en el Volvo Masters de 1988, cuando los cuatro primeros de la clasificación fueron Nick Faldo, Seve Ballesteros, Sandy Lyle e Ian Woosnam, entonces cuarto, segundo, tercero y sexto del ranking mundial.

En esta segunda ocasión que el Volvo World Match Play se disputaba en Finca Cortesín (la anterior fue en 2009) había dos españoles en juego, y los dos andauces y naturales de localidades muy próximas al escenario del torneo: el gaditano Álvaro Quirós y el malagueño Miguel Ángel Jiménez. Este último cayó en la primera fase del torneo, y eso a pesar de haber derrotado en su primer partido a Schwartzel por un contundente 6&5 (cayó ante Edfors y luego en el triple desempate final, ya que los tres del grupo habían terminado con dos puntos cada uno). Por su parte, Quirós llegó hasta cuartos de final tras haber vencido a Casey y Kjeldsen en la primera fase y a Noh en octavos de final. Sería finalmente Kaymer, en cuartos de final, el verdugo que acabaría con las aspiraciones del potente jugador gaditano.

 

Poulter y Seve

“Seve, Seve, Seve, Seve, Seve, mi nombre junto al suyo”. Las primeras palabras de Ian Poulter con el trofeo de campeón en la mano, fueron para honrar la memoria del genio cántabro, cinco veces ganador de este torneo. Poulter se ganó a pulso ese lugar junto a su ídolo, derrotando en un durísimo partido al número dos del mundo, Luke Donald, que, de haber ganado, se hubiese encaramado hasta el primer puesto del ranking mundial. Poulter había llegado a la final tras haber superado la primera fases gracias a sendos empates con Molinari  y Lawrie, haber vencido a Westwood en octavos, a Molinari en cuartos y a Colsaerts en semifinales. Por su parte, Donald pasó la primera fase ganando a Moore y Fisher, defensor del título, a Edfos en octavos, a Schwartzen en cuartos y a Kaymer en semifinales.

Los dos ingleses protagonizaron una reñida final en la que Donald no estuvo fino en los greenes, donde perdió golpes cruciales. Poulter había prometido a su hijo dar el 100% para regalarle el título de campeón por su séptimo cumpleaños y así fue. La familia Poulter tenía mucho que celebrar esa tarde de domingo.

Con esta victoria, la undécima en el Circuito Europeo y décimo cuarta internacional, Poulter se metió entre los 15 mejores del mundo y se convertía en el primer jugador en ganar el WGC-Accenture Match Play Championship (2010) y el Volvo World Match Play Championship. No es casualidad: el inglés, peleón donde los haya, es un gran especialista en esta modalidad en la que jamás se da por vencido. Todos los partidos –salvo la final- los ganó esa semana en el 18 o en playoff.

Donald se adelantó en el 3 por un error de Poulter, pero falló en los hoyos 4 y 5, en los que Poulter hizo dos birdies consecutivos para ponerse por delante. En el seis, Donald volvió a equilibrar el partido con un birdie y en el 8 volvió a tomar el mando por un error de Poulter.

En el 9, es Donald el que falló. Poulter se anotó el hoyo con un par y el partido llegó a la segunda vuelta empatado. En el 10, es Donald el que se anotó el hoyo con el par para ponerse otra vez en cabeza. Los dos empataron el 11 con birdie y en el 12 Ian Poulter embocó un increíble putt de unos 15 metros para ganar el hoyo y meter presión a su rival. Poulter se animó y en el 14 consiguió otro acierto con un excelente approach. Uno arriba.

El 15 fue decisivo para decidir la final. Luke Donald dispuso de dos putts cuesta abajo para ganar el hoyo, pero no consiguió embocarlos. Estos tres putts fueron un balón de oxígeno para Poulter que en el siguiente hoyo firmó otro gran birdie para colocarse dos arriba y dos hoyos por jugar. Donald necesitaba el birdie en el 17, par 3, pero no logró acercarse a la bandera.

Palabra de campeón

El ganador del Volvo Mundial Match Play 2011 se sentía aún más espoleado para luchar por el triunfo el último día. Y es que tenía una razón de peso: su hijo.  “Antes de salir a jugar miré los nombres grabados en el trofeo y pensé: ‘Hoy Luke, cumple 7 años. Felicidades, Luke, sería sensacional poner mi nombre en ese trofeo”, dijo Poulter.

Para el campeón estaba clara cuál había sido la clave de su victoria: “que por fin han empezado a entrar los putts”. Dijo que llevaba varios meses de frustraciones “porque no metía nada, y decidí dedicarle más horas de práctica a ver qué pasaba. Estaba empezando a cuestionarme cosas. En Augusta jugué probablemente mejor que en toda mi vida sin ningún resultado porque no pude patear. Hoy, en cambio, no he jugado tan bien, pero he conseguido meter los putts cuando ha hecho falta”.

Comentó que había jugado 108 hoyos esa semana, incluido el Pro-Am, “pero el cansancio es más mental que físico. Físicamente estamos todos muy en forma. Lo que cansa es enfrentarte a los mejores jugadores del mundo, eso te va minando. Tienes que estar dando buenos golpes y metiendo putts cruciales“.

“Ganar un título que Seve logró cinco veces”, dijo Poulter, “hace que esta victoria sea todavía más especial. Seve inspiró a mi generación; siendo niño, yo siempre iba a verle a Wentworth y le seguía en la Ryder Cup, podía pasar horas y horas viéndole dar bolas en el campo de prácticas. Tuve la suerte de conocerle y jugar un par de veces con él, yo era un grandísimo fan de Seve, tenía un carisma que será difícil igualar”.

Respecto a su rival en la final, señaló: “Esta noche vuelvo directamente a Inglaterra con Luke Donald. Abriremos una botella de champán en el avión y lo celebraremos”.

 

La gran decepción de Donald

Por su parte, Donald analizó así el decisivo partido final: “Hoy me he dejado algunos golpes en los greenes. Suelo patear bien hasta dormido, pero esta tarde no he podido, y ha sido una gran decepción. No me importa tanto perder si juego bien, pero hoy desgraciadamente no lo he hecho, y eso lo hace más decepcionante. No he podido sacar mi mejor juego”.

Sobre su contrincante, señaló: “Ian ha hecho lo que tenía que hacer, en cambio yo he dejado escapar mis oportunidades después de ponerme 1 arriba en el 10. En el 11 tendría que haber metido ese putt. En el 12 Ian metió uno largo. En el 13 fallé otro y allí se dio la vuelta el partido. Y luego los 3 putts del 15 lo acabaron de estropear. Demasiadas oportunidades desperdiciadas. Ian es un competidor muy duro, se agarra y resuelve. No es un oponente fácil”.

Sobre el ranking mundial y su oportunidad desperdiciada de llegar a la cumbre de esa clasificación, dijo: ”No me preocupa ser número uno del mundo, porque si sigo jugando como lo estoy haciendo continúo llamando a la puerta y llegará”.