Los aficionados norteamericanos están de nuevo ilusionados: tienen un nuevo ídolo que puede resarcirles de los sinsabores que le provocan las rutilantes figuras extranjeras desde que Tiger Woods cayera en desgracia y perdiese su magia y el trono del golf mundial. Al fin un compatriota apunta maneras de héroe. El nuevo mesías del golf estadounidense es Jordan Spieth, un joven que con sus dos triunfos en el PGA Tour a la edad de 21 años se pone a la altura estadística de Tiger Woods, Sergio García y Robert Gámez.

Estos tres eran los únicos hasta ahora que desde hace siete décadas habían logrado dos victorias antes de cumplir los 22.

Además del Valspar Championship que conseguía hace unas semanas y el John Deere Classic de 2013, Spieth, natural de Dallas (Texas) y profesional desde 2012, ha ganado otros dos torneos. Curiosamente el que más emolumentos le ha proporcionado (un millón de dólares) no es una competición puntuable del PGA Tour, aunque figura como no oficial dentro del calendario del circuito: el Hero World Challenge. Lo ganó el año pasado y además lo hizo a lo grande, con diez golpes de ventaja sobre el segundo clasificado, Henrik Stenson. Su de momento única victoria en el extranjero fue el Australian Open disputado la temporada pasada.

Aparte del record de los dos torneos ganados en el PGA Tour antes de los 22 años, el aspirante a sucesor de Tiger tiene otra similitud con el californiano: ambos son los únicos que han ganado en dos ocasiones el US Junior Amateur. Woods, por cierto, ha alabado las grandes cualidades golfísticas de su joven colega.

Si con su primer triunfo en el Circuito Americano, el John Deere Classic, con apenas 19 primaveras ya causaba sensación, no menos revuelo generó su gran actuación en el Masters del año pasado al convertirse en el subcampeón más joven de la historia del torneo, por ‘culpa’ de Bubba Watson, que se enfundó su segunda Chaqueta Verde.

A pesar de su juventud, Spieth ha demostrado un gran temple en los momentos decisivos de la competición. No en vano, sus dos victorias en el PGA Tour las dirimió en sendos playoffs. En el John Deere Classic se deshizo de David Hearn y Zach Johnson, y en el Valspar Championship dejó en la cuneta a Sean O’Hair y Patrick Reed. Curiosamente este último le ganó a Spieth en playoff el Wyndham Championship de 2013.

Spieth dice que hace años, cuando era un adolescente, su padre le enseñó que tenía que marcarse objetivos. “Ésa ha sido mi filosofía, establecer metas y trabajar duro, mantener la concentración y alcanzarlas tan pronto como sea posible. En cada nivel siempre revalúo mis metas y establezco otras nuevas; no quiero volverme complaciente”. Tiene claro cuál es su gran objetivo a corto plazo: convertiste en el número uno del mundo (ya lo fue como amateur). De momento no va nada mal encaminado: gracias a su triunfo en el Valspar Championship ascendió cuatro plazas en el ranking mundial, hasta la sexta. Tic, tac, tic, tac… la cuenta atrás está en marcha.