Ignacio Apolinario Zárate (Madrid, 1965) dio un cambio radical a su vida cuando hace 20 años se adentró laboralmente en el mundo del golf. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, había trabajado antes en la banca privada y en una gran compañía fabricante de tuberías de PVC.

Se casó con una malagueña y se fue a vivir a Marbella. Tras ejercer de gerente de Las Brisas durante nueve años, fichó hace una década, también con ese cargo, por Santa Clara Golf Marbella, otro de los grandes clubes marbellíes.

–¿Le sirven de mucho sus conocimientos bancarios o en el sector industrial en su trabajo como gestor de un campo de golf?

–Sí sirven, para un campo de golf y para cualquier tipo de empresa. Lo único que tenemos todos los campos de golf en común es una pradera verde que hay que mantener cuidada y bonita, pero la gestión en sí no varía mucho de la de cualquier otra empresa.

–¿Qué tiene Santa Clara Golf que lo haga distinto a otros campos de golf?, ¿cuáles son sus particularidades?

–Santa Clara es un campo comercial muy agradable de jugar, se puede decir que es un campo fácil y la gente cuando juega al golf lo que quiere ante todo es divertirse, y el hecho de que puedas hacer pares y birdies es lo que realmente gusta y atrae a un jugador. Santa Clara destaca también por su mantenimiento, ya que hemos apostado siempre por un mantenimiento excepcional, y de ello dan cuenta nuestros greenes, que están considerados como los mejores que hay en la Costa del Sol.

–Eso de que es un campo fácil, dependerá de para quién…

–Efectivamente, el día lo puede tener cada uno bueno o malo, pero es un campo técnico, un parkland que no tiene rough y tienes espacio para desviarte como por ejemplo en el hoyo 1, que tienes otras tres calles, las del 10, del 9 y del 18, a las que puede ir la bola, así que ciertamente no se penaliza demasiado.

–En los últimos años, el golf costasoleño está mejorando mucho y registrando unas buenas cifras de ocupación. ¿Cómo está siendo el año para Santa Clara y qué previsiones maneja?

–El año está siendo bueno para nosotros y en general para toda la Costa del Sol. No cabe duda de que la situación política a nivel internacional nos está beneficiando, y países que nos enviaban antiguamente muchos golfistas que luego se fueron a otros destinos están volviendo al nuestro, y es algo que tenemos que aprovechar la coyuntura para fidelizarlos de nuevo. Estamos viendo que hay un repunte de turismo francés y de turismo italiano y sobre todo del alemán y escandinavo. Lo que tenemos que hacer es mejorar cada día y ofrecer la máxima calidad y un gran servicio.

En cuanto a previsiones, las perspectivas son muy buenas, y así lo hemos visto en la IGTM (Feria Internacional de Turoperadores de Golf) en Mallorca, con un gran interés de los touroperadores por Marbella.

–Aparte de green fees, ¿tenéis algún tipo de abonos para jugar con frecuencia en Santa Clara?

–Tenemos un abono anual y un abono semestral. Hace un año teníamos otros que iban desde quince días a un mes, pero hemos cambiado la política comercial y hemos vuelto al campo de pay and play, es decir, un campo de green fee puro y duro. Esto ha supuesto una reducción importante del número de jugadores, en torno al 18 por ciento, pero sin embargo los ingresos han aumentado un 6 por ciento, es decir, hemos conseguido que el gasto medio por jugador creciera casi un 40 por ciento.

–¿Qué sería de la Costa del Sol de mayo a octubre si no tuviéramos golf?

–El golf es la principal industria desestacionalizadora del turismo. Cuando antiguamente venía la gente solo a la playa y a los chiringuitos y tal, llegaba el mes de octubre y todos los hoteles se vaciaban, los restaurantes se vaciaban, y de repente surge la industria del golf como el principal revitalizante de todo el sector turístico. El golf es clave actualmente en la Costa del Sol y creo que las administraciones públicas deberían de apostar un poquito más por nuestra industria, conocerla realmente y ver que somos grandes generadores de empleo y no sólo para los propios campos de golf sino también para muchas empresas que viven gracias al golf.

–Este año han vuelto a la Costa del Sol dos torneos importantes de los grandes circuitos europeos: el Open de España masculino en Valderrama y el Open de España femenino en Aloha. Hace unos años se juegan incluso más en esta zona, algunos de ellos de repercusión mundial. ¿Crees que los grandes torneos son la mejor forma de promocionar nuestra oferta de golf?

–Sin duda. Yo creo que los grandes torneos son un gran reclamo promocional para que la gran cantidad de espectadores que los ven conozcan nuestros campos, que vean cómo es la Costa del Sol, el clima que tenemos y que sepan que aquí el golf se puede jugar durante todo el año. El problema de los grandes torneos internacionales es que requieren mucho dinero, por lo que es importante que las administraciones públicas apoyen a la iniciativa privada en estos eventos.

–¿Con qué otras instalaciones golfísticas cuenta Santa Clara además del campo de 18 hoyos?

–Tenemos una escuela de golf con dos tees de prácticas que lleva un profesional estupendo, David Guarch, y un campo con dos tees, uno abajo que es de hierba, y otra parte de arriba, que es más destinada a la escuela, con pitch and putt, green, con bunker de prácticas y con moquetas, donde cualquier jugador de cualquier nivel puede practicar o inicializarse en este maravilloso deporte. Y tengo que decir que la compañía propietaria de Santa Clara Marbella tiene otro campo, Santa Clara Golf Granada, pegado a la sierra y con unas vistas maravillosas y que es un gran campo también, y tenemos también un tercer campo, Montenmedio, en Vejer de la Frontera, en la provincia de Cádiz.