Ya jugaba en Las Aves antes de que Ortiz-Patiño adquiriese el campo y lo rebautizara como Valderrama en 1985, así que Nuno de Brito e Cunha, Visconde de Pereira Machado, conoce muy bien las entretelas del club más famoso y prestigioso de España. Natural de Cascais y destacado jugador amateur, su afición por el golf se la inculcó su padre –también aventajado golfista amateur– casi desde la cuna. Aprendió el joven Nuno tan bien este deporte que llegó a ser campeón de Portugal en más de una ocasión y representó a su país en campeonatos del Mundo y Europeos.
Ahora, al cumplir diez años al frente del Real Club Valderrama, hace balance de estos dos lustros de Presidencia –con el hito de la compra del club por parte de los socios– y habla del presente y futuro del emblemático club de golf. Vislumbra con optimismo la posibilidad de que en un horizonte no lejano Valderrama albergue uno de los torneos de mayor renombre mundial.
“Creo que el club ha cambiado para mejor”, dice refiriéndose a la evolución reciente del RC Valderrama. “El diseño no se toca porque es un clásico”, puntualiza, “pero hemos realizado importantes inversiones en el sistema de riego, en las bombas de agua, en la composición de los bunkers, en todos los greens y antegreens, hemos reformado la casa club...”.
Un campo de golf “es un ser vivo en constante evolución”, comenta. “Preservando la tradición del campo de Valderrama, lo que hemos hecho han sido los trabajos necesarios para mantenerlo al día y que sea un campo moderno. Aquí no se puede decir nunca que se ha terminado: siempre hay algo que mejorar. Es como cuando se pinta un puente, que cuando llegas al final hay que empezar a repintar por el otro extremo”.
Nuno de Brito destaca el respeto medioambiental con el que está comprometido el RC Valderrama. “En el club estamos muy concienciados con el aspecto ecológico del campo porque lo consideramos muy importante, y así lo demuestra el hecho de que tenemos desde hace 23 años el Certificado Audubon, que muy pocos campos tienen”.
“Todo los años”, explica, “tomamos iniciativas para el cuidado medioambiental. Este año por ejemplo hemos hecho algo que para mí es muy importante: poner mulch de corteza de alcornoque en zonas de rough que antes eran todo césped, que necesitaba fertilizantes, agua, químicos, etc., etc., en zonas donde el jugador nunca va. Además queda bien estéticamente y los socios están encantados, porque es más fácil jugar la bola desde ahí que desde hierba alta”.
“Lo que nosotros queremos”, dice, “es que el campo sea muy difícil para los jugadores buenos pero asequible para el jugador medio y de hándicap alto”.
Ciertamente el RC Valderrama presenta un aspecto extraordinario, de postal. El campo está sin duda en su mejor momento. “Yo nunca lo había visto tan bien como ahora”, asegura Nuno de Brito, y enumera varias razones que lo explican. “Javier (Reviriego, director general del club) y yo lo hemos analizado y creo que es fruto de las inversiones que hemos estos últimos años, con el riego modernísimo y lo demás, y también Adolfo (Ramos) es un greenkeeper extraordinario. Y después hay ciertos factores como hacer el mantenimiento un poco antes o la poda de muchos árboles sin afectar a la dificultad del campo, y todo ello ha hecho que este año el campo esté mejor que nunca”.
El resultado causa una gran satisfacción a los socios, sostiene el presidente del club. “Nos lo dicen, y eso es un gran aliciente para seguir trabajando en la misma línea”.
El RC Valderrama tiene establecido un límite de 450 socios. “Podríamos tener más”, reconoce Nuno de Brito, “pero creo que es el número ideal para este club”. En total están representadas 35 nacionalidades. “El 98 por ciento son socios que no viven aquí. No es una regla pero es algo que nos gusta porque con esta composición internacional y al no tener muchos socios locales siempre encuentras tranquilidad en el club. Lo que prima es la tranquilidad: nunca hay agobios, no hay horas de salida y la gente juega cuando quiere”.
Una novedad que salta a la vista nada más franquear la barrera de control de entrada al club es el cambio de color de la fachada de la casa club (el blanco ha sustituido al amarillo tenue), con eliminación además del gotelé. Sin duda, un acierto estético. “Somos un club andaluz”, dice el presidente del club, “y el blanco es un color que representa muy bien a Andalucía, y creo realmente que está mejor que antes”. El color gris oscuro de los caminos de buggys también renovados y las diferentes tonalidades verdes del campo de golf realzan además el blanco impoluto de la casa club.
-¿Cuál es el hecho más importante que ha ocurrido en el RC Valderrama en los diez años que lleva como presidente del club?
–Para mí lo más importante que ha ocurrido en estos diez años ha sido la compra del campo por los socios, porque finalmente tenemos el control de nuestro destino y ahora somos totalmente independientes y dependemos solo de nosotros. Antes dependíamos del propietario del campo.
–Aunque aquí se han seguido disputando torneos interesantes del European Tour, ¿volveremos a ver en un futuro próximo torneos del máximo nivel mundial como los que acogió en su día Valderrama?
–Me acuerdo siempre de lo que hizo Jimmy Patiño con los dos American Express, que contó con los mejores jugadores del mundo, y después con la Ryder Cup, que fue también un éxito extraordinario y más con el capitán que tenía Europa, Seve, un icono único de la historia del golf. Aquí tenemos siempre esa ambición de traer un grandísimo torneo, y hemos dado pasos significativos pero queremos más.
–La reciente alianza entre el PGA Tour y el European Tour ¿podría abrir una puerta de esperanza en ese sentido?
–Yo creo que sí. La alianza es un gran paso adelante, un gran noticia. Para hacer un gran torneo hace falta no solamente el dinero, sino que tienes que tener también la sede, y no hay muchas sedes en Europa con la historia y el espíritu de Valderrama. Entonces, si haces un torneo de 15 millones no es lo mismo hacerlo en un campo de golf municipal al lado de Londres que hacerlo en un campo de renombre como este. Uno ve que los US Open, el Masters, los grandes torneos se hacen en campos conocidos, así que es evidente que nosotros estamos muy bien posicionados para tener un gran torneo aquí.
–Centrándonos en el Estrella Damm Andalucía Masters del próximo mes de octubre, ¿volverá a haber público en el campo como en los mejores tiempos?
–Confiamos en que no haya problemas para que tener público. Yo espero que no haya un nuevo brote de una variedad del virus que no funcione con las vacunas actuales. Nunca se sabe, así que estamos un poco a merced de los acontecimientos, pero somos optimistas y creemos que podremos tener público en el torneo.
–El regreso de Rahm a Valderrama, si se confirma, será un aliciente muy poderoso para el torneo…
–Está confirmada su presencia, y tener aquí al número uno del mundo es una magnífica noticia para el torneo. Ha confirmado el Open de España (la semana anterior a la cita de Valderrama) y ha confirmado este. Ha tenido un año fantástico pero también mala suerte con sus dos positivos, con el torneo de Muirfield Village y luego con los Juegos Olímpicos. Claro que en el medio ganó el US Open con dos putts impresionantes. Rahm es un modelo para el golf.
–Ahora que está tan en boga el cuidado medioambiental, ¿va a haber alguna medida en tal sentido de cara al torneo?
–Afortunadamente, no tenemos que hacer nada especial en este aspecto porque nuestro compromiso ecológico viene de lejos, desde hace 23 años. De todos modos, el club está siempre actuando en este sentido, y por ejemplo este año estamos haciendo un lago con capacidad de 52.000 metros cúbicos para agua de lluvia que está prácticamente listo y se utilizará para riego del campo de golf. Y otra cosa: ya no tenemos botellas de plástico.
Valderrama tiene que estar siempre a la vanguardia del progreso y por eso hemos hecho ese lago para el agua de lluvia, y Javier (Reviriego) está viendo máquinas híbridas para el mantenimiento, y el día que las máquinas eléctricas sean eficientes las incorporaremos al club.