Lindando con dos pesos pesados del turismo costasoleño (Marbella y Estepona), se alza el municipio de Benahavís, un destino de golf con personalidad propia y muchos argumentos para ocupar un lugar de honor.

Y es que Benahavís se ha convertido en la segunda localidad de España (sólo superada por Marbella) con mayor número de campos de golf. Este municipio malagueño, pequeño en población (poco más de 3.000 habitantes de derecho, casi la mitad extranjeros) y grande en extensión (145 kilómetros cuadrados), tiene 12 campos –216 hoyos en total– repartidos entre 8 clubes: Villa Padierna (54 hoyos: Flamingos, Alferini y Tramores), La Quinta (27), La Zagaleta (36: La Zagaleta y Los Barrancos), Atalaya (36: Old y New, aunque este club sólo tiene una pequeña parte en el municipio), Marbella Club (18), Monte Mayor (18 y momentáneamente cerrado), Los Arqueros (18) y El Higueral (9).  A ellos hay que añadir la Academia de Golf Municipal, enclavada junto al casco urbano y anexa al Gran Hotel Benahavís, de cuatro estrellas, y que cuenta con un espléndido campo de prácticas, complementado con un amplio búnker, zona de approach y putting green.

La calidad de sus campos de golf es indiscutible, y entre los diseñadores de renombre que han dejado su impronta en los recorridos golfísticos de Benahavís cabe citar por ejemplo a Severiano Ballesteros (Los Arqueros), Manuel Piñero (La Quinta) y Dave Thomas (Marbella Club Golf Resort).

En el ámbito deportivo, es de reseñar la celebración de importantes torneos internacionales, tanto amateur como profesionales, en este municipio costasoleño. Por ejemplo, La Quinta es sede desde 2009 del Benahavís Senior Masters,  del Circuito Europeo Senior, que atrae a este municipio a famosos jugadores mayores de 50 años. En este campo se disputó el año pasado el Open de España Femenino, del Ladies European Tour. La edición anterior de este mismo torneo del Circuito Europeo Femenino se jugó en Villa Padierna Golf Club. Este conocido resort, que incluye el lujoso hotel donde pasó unos días de vacaciones Michelle Obama y una de sus hijas, también acogió durante varios años el torneo final del Circuito Senior Europeo, The Daily Telegraph European Seniors Match Play Championship.

Este bello municipio de montaña, cuyo bonito casco urbano de casas blancas está situado a sólo 7 kilómetros de la costa, es también conocido como el Comedor de la Costa del Sol.

Quienes gusten de la buena mesa a buen seguro disfrutarán de la conocida tradición gastronómica de Benahavís. Y es que aquí se come en muy pocos sitios, por su exquisita y variada cocina, así como su amplia oferta de restaurantes y bares.

La tradición gastronómica de Benahavís es reconocida desde los años 70 y está basada en su cocina tradicional a partir de productos derivados del cerdo y la caza, introduciendo posteriormente la cocina internacional.

El plato más típico de Benahavís es el solomillo de cerdo aliñado, junto con el cordero, la carne de venado, el conejo, la perdiz y el cochinillo.

Benahavís cuenta además con una renombrada escuela de hostelería, la Escuela Hispanoárabe de Dieta Mediterránea.

Los campos de golf cuentan a su vez con casa club con comida internacional.

En los resturantes del pueblo se pueden saborear los platos típicos de Benahavís y también delicias del mar, por su proximidad a la costa. Además el visitante disfrutará de un agradable tapeo en los bares y bodeguitas que abundan en Benahavís.

El pueblo conserva algunos rasgos de su origen árabe al estilo de los pueblos blancos, que contrasta con el colorido de las montañas que le rodean. Como monumentos de interés cabe destacar el Castillo de Montemayor y un antiguo palacio del siglo XVI.

 

El nombre del pueblo

Las primeras noticias de la localidad datan de la dominación árabe, donde se sitúa el origen de la localidad, que surgió al amparo del Castillo de Montemayor (Hins Mont Mayur) anterior al siglo X, cuando el territorio pertenecía a la familia Banu Habis . Los hijos del Abisinio según unos, o hijos de Habis, según otros, diferencian la procedencia del actual nombre del pueblo. A partir de la fortaleza creció el pueblo bajo su protección.

La Costa del Sol Occidental tiene en el término municipal de Benahavís una de sus zonas más montañosas, ya que estas tierras se extienden por las estribaciones de la Serranía y están surcadas por tres ríos que conforman otros tantos valles, de tal manera que el paisaje es rico en diversidad y ofrece algunos lugares verdaderamente admirables.

A pesar de tratarse de una localidad de interior, su proximidad a la costa le ha hecho necesariamente partícipe del desarrollo que se ha producido en el litoral, motivo por el que si bien el casco urbano conserva todo el tipismo de los pueblos blancos, a su alrededor –al sur sobre todo- han surgido grandes urbanizaciones y, junto a éstas, magníficos campos de golf, con la particularidad de que el 70 por ciento de la superficie de este término municipal ha sido calificada como ‘Complejo Serrano de Interés Ambiental’, una denominación que preserva todo ese suelo de excesos urbanísticos.

Entre las grandes extensiones de bosque, en las que predominan pinos, encinares y alcornoques, serpentean los ríos Guadaiza, Guadalmina y Guadalmedina, cuyos valles han sido utilizados históricamente como vías de penetración a la Serranía de Ronda, vías que aprovecharon sin duda alguna –hay pruebas de ello en distintos lugares no muy alejados del pueblo- desde los fenicios hasta los árabes, razón por la cual estas tierras tuvieron un notable valor estratégico desde muy antiguo.

El primer núcleo urbano, no obstante, se configura en la época árabe, parece ser que a finales del siglo XI y a la sombra del Castillo de Montemayor, una fortaleza que guarda toda la historia de este pueblo, desde los enfrentamientos entre los propios musulmanes hasta los de éstos con los cristianos, y mucho más tarde también fue el escenario de la lucha entre españoles y franceses cuando la invasión napoleónica a principios del siglo XIX.

El castillo y el pueblo pasan a manos de los cristianos cuando en 1485 los Reyes Católicos toman Marbella y sus alrededores, en los que se encuentran Benahavís y el poblado de Daidín. Todo este territorio le fue entregado al Conde de Cifuentes en 1492, en pago a los servicios que éste había prestado a la corona de Castilla, y no será hasta 1572 cuando, con la aquiescencia de Felipe II, Benahavís se independiza de Marbella.