Puede resultar complejo establecer los requisitos que hacen grande a un club de golf. Como en los rankings de campos, la subjetividad entra en juego y hay opiniones para todos los gustos. Lo que está claro es que hay una serie de elementos que contribuyen a situar a algunos clubes por encima de otros.

El prestigio del diseñador del campo, la belleza y presentación del recorrido y su entorno, la calidad del mantenimiento, los torneos internacionales que ha albergado, las figuras deportivas que se han fraguado en su seno o los personajes de renombre que se encuentran entre sus socios o las celebridades que lo han visitado son algunos de esos ingredientes que se aúnan por ejemplo en Aloha, el club marbellí con el que iniciamos esta serie de los grandes campos de España.

Enclavado en el Valle del Golf de Marbella, en la macrourbanización Nueva Andalucía, a espaldas del famoso Puerto Banús, Aloha Golf Club, obra póstuma de Javier Arana, vio la luz en 1975. De estilo parkland, este par 72 de 6.293 metros se asienta en un terreno ondulado salpicado con algunos lagos y discurre entre una vistosa y variada arboleda que dota al recorrido de una gran belleza paisajística, aderezada además con unas vistas espectaculares de la Sierra de La Concha y del Mediterráneo. El sello del genial Arana no sólo quedó reflejado en el espléndido recorrido, sino que suya también fue la elección del tipo de árboles y plantas que poblarían el campo, con la idea de poder disfrutar de especies en flor en cualquier época del año.

Este recorrido ha sido escenario de varios grandes torneos profesionales de carácter internacional. El primero fue el Benson and Hedges Trophy del año 1989, una competición mixta sancionada por los Circuitos Europeos masculino y femenino y que se saldó con triunfo español, de la pareja formada por Xonia Wunsch y Miguel Ángel Jiménez.

Aloha ha acogido además en tres ocasiones el Open de Andalucía, torneo del Circuito Europeo, y también un Open de España Femenino, perteneciente al Ladies European Tour. En el primero de los Open de Andalucía, disputado en 2007, se impuso el inglés Lee Westwood con un total de 268 golpes, 20 bajo par.  El jugador británico estableció en 64 el record del campo, y ese triunfo acabó con su sequía de victorias estableciendo un punto de inflexión en su carrera, que culminó elevándolo al número 1 mundial, destronando al mismísimo Tiger Woods un par de años después de su victoria en Aloha.

En 2008 la victoria en el club marbellí correspondió al francés Thomas Levet, con 272 impactos, tras un desempate ante Oliver Fisher. La tercera cita de ese torneo en Aloha aconteció en 2012 y se saldó con otra victoria francesa, la de Julien Quesne, con un global de 271 golpes.

El Open de España Femenino, disputado aquí en 2016, se saldó con el triunfo por primera vez de una española, y además de una jugadora malagueña que creció muy cerca de Aloha, Azahara Muñoz. La gran golfista marbellí se impuso, con 278 golpes, 10 bajo par, a la estadounidense Beth Allen por un golpe de diferencia.

Vida social

Aparte de  un campo de indudable calidad, Aloha es reconocido por su animada, intensa y cosmopolita vida social. El club es privado –cuenta con alrededor de 1.200 socios, con múltiples nacionalidades representadas, predominando británicos, escandinavos y españoles– pero está abierto también a visitantes de green fee. Entre otras instalaciones, cuenta con gimnasio, piscina al aire libre, proshop, escuela de golf y restaurante. Andrés Jiménez, Juanjo Mangas e Iván Mangas imparten clases individuales, por parejas y en grupo. Los fines de semana y en los meses de verano la escuela infantil tiene un gran protagonismo, permitiendo a los más jóvenes poder practicar todos los lances del juego tanto en el driving range, como en el campo corto de 9 hoyos, ideal para estos fines.

El lugar de encuentro de los socios se asienta en la casa club, donde una amplísima terraza con vistas al campo, así como los elegantes y confortables salones interiores, conforman un conjunto sumamente acogedor, que hace que sea difícil marchase y no ampliar un poco más nuestra estancia.

En un edificio colindante se encuentran las instalaciones del caddy master y los vestuarios. Estos últimos han sido calificados, en palabras del profesional Gonzalo Fernández Castaño, como “unos de los mejores vestuarios que hay en el Tour europeo”, lo que dice todo sobre su amplitud (disponen de sauna y sala de relax), su diseño, calidad y servicio.

Para mantenerse en forma, el club cuenta con el Aloha Fitness Club, donde se puede practicar multitud de actividades (pilates, yoga, entrenamiento de fuerza, bike, corebar, outdoor…) y dispone de entrenador personal. El encargado del Fitness Club es John Vigdal, campeón de Noruega de aerobic de competición y con diferentes títulos a nivel mundial.

Relación única

El director del club, el ingeniero agrónomo Juan Álvarez, destaca de Aloha, aparte de la calidad del campo, la amabilidad del personal. “Lo que se ha conseguido en este club”, dice, “ es que todo el mundo lo sienta como una familia gracias a la amabilidad del trato al socio y a un servicio excelente”. En su opinión,  un papel muy importante en este aspecto es el realizado por las juntas directivas, “que han integrado muy bien al personal, de modo que están muy involucrados e  identificados con el club, lo que genera un ambiente y una relación única entre empleados y socios, y eso al final hace grande a un club”. El excelente ambiente y trato del personal se hace extensivo al visitante, “a todas las personas que quieren conocer Aloha, que aquí son recibidos con los brazos abiertos”, apunta Álvarez. 

Respecto al campo, señala que “no hay que olvidarse de que se ha respetado el diseño de Arana, y eso, mantener la esencia de lo bien hecho, da una prestancia y un señorío al campo muy importante”.

El director de Aloha recalca que “el gran diseño de Arana se ha demostrado siempre en los torneos del European Tour que se han disputado aquí y también en el Open de España Femenino hace dos años”.

Destaca además el hecho de que en Aloha se juega cada año uno de los pro-ams más antiguos de España, el Memorial Andrés Jiménez, antes Memorial Salvador Balbuena, que cuenta con el apoyo y la presencia de Miguel Ángel Jiménez, “un grandísimo y queridísimo embajador del club, al que le gusta mucho Aloha y viene muy feliz”. Este pro-am forma parte de la historia del club, dice Álvarez, “y es otro de los elementos de tradición que contribuyen al señorío del club, que en Aloha está presente en todos los rincones”. La figura de Andrés Jiménez tiene su continuidad aquí con su hijo, del mismo nombre, que es desde hace muchos años el profesional del club.

Historia viva de Aloha 

Pero si hay alguien que sea la historia viva de este club es sin duda el profesional José Luis Mangas. Llegó al club a mediados del verano de 1975, apenas dos meses después de su inauguración. Lo habían contratado para “seleccionar y formar al personal”, dice. Y desde entonces no ha parado de dar clases y enseñar en Aloha. En estos más de cuarenta años  miles de aficionados se han iniciado o mejorado su juego baja su batuta. Personajes como el actor Sean Connery o el piloto de Formula 1 James Hunt pasaron por sus manos.

RAFAEL FONTÁN, PRESIDENTE DEL CLUB

“La labor social es una seña de identidad de este club”

Es el presidente de Aloha, el abogado bilbaíno Rafael Fontán, una persona de trato afable que luce siempre una sonrisa en el rostro. Y es sin duda muy apreciado en el club, tanto por los empleados como por los socios, que volvieron a renovar su confianza en él confirmándolo en 2014 en un segundo mandato al frente de la presidencia.

Al ser preguntado sobre qué es en su opinión lo que hace grande a este club, dice que “Aloha es un club histórico con muchas razones para ser uno de los más importantes de España”. Y empieza a enumerarlas. Por ejemplo, “somos un club que siempre se ha preocupado mucho de fomentar el golf desde la infancia, al principio, en los primeros años, con las familias que venían del norte de España y de Madrid haciendo unos equipos infantiles y junior muy buenos”.

Sobre el trazado diseñado por Arana, dice que “es un campo muy amable, muy agradable de jugar para el amateur, aunque también puede ponerse mucho más difícil, como cuando hemos tenido campeonatos del Tour Europeo y los grandes profesionales han hecho unos resultados muy razonables”.

Respecto a la vida social de Aloha, su presidente señala que “es un club con mucho ambiente, la gente usa mucho el restaurante, que está siempre lleno, se juega mucho al bridge, con campeonatos a menudo, tenemos todas las semanas el Día de los Caballeros, también el Día de las Señoras, con un éxito abrumador, con lleno absoluto y luego almuerzan juntos… Es un club con muy buen ambiente, un club muy divertido”.

Otra característica de Aloha es su vocación filantrópica. En reconocimiento a esa labor, el Ayuntamiento de Marbella dio hace unos años un premio a Aloha por ser el club más solidario, junto con el del RCG Guadalmina. “Hacemos muchos temas benéficos”, explica Fontán, “somos un club que se preocupa muchísimo por la gente necesitada. Tenemos ahora los campeonatos de Concordia y de Horizonte Proyecto Hombre, dentro de nada tenemos el de los niños con la enfermedad de la piel de mariposa...”.

“Un grupo de socios”, prosigue, “ha creado una fundación propia, Aloha Care, para ayudar a Caritas Diocesana y funciona de una forma impresionante, con un montón de socios que aporta dinero todos los meses. También colaboramos con unas monjas de Málaga que ayudan a gente sin recursos, etc. Me siento muy orgulloso como presidente de contar con este tipo de socios y con esta actitud solidaria: la labor social es una seña de identidad de este club”.

–A lo largo de sus cuatro décadas de existencia, por Aloha han pasado celebridades de fama internacional y el club ha contado además con socios muy famosos como el actor Sean Connery o el campeón mundial de Fórmula 1 James Hunt…

–Efectivamente. Aquí hemos tenido a Don Juan de Borbón, al príncipe Edward de Inglaterra, al príncipe Klaus de Holanda, al príncipe de Malasia… Y en cuanto a profesionales del golf también han estado en Aloha grandes figuras, incluido Seve Ballesteros. Somos un club que recibe con los brazos abiertos a gente de todas partes, y nos gusta mucho realizar eventos con carácter internacional para darle prestigio al campo. Para nosotros es un orgullo acoger grandes torneos del Tour Europeo como los que hemos tenido aquí, desde el Open de Andalucía al Open de España Femenino.

–Tanto en el campo como en la casa club se han realizado a lo largo de los últimos años importantes inversiones. ¿Tienen programada alguna reforma más a corto plazo de las instalaciones de Aloha?

–Las reformas que hicimos en la casa club terminaban más o menos en la zona de la cafetería, y toda la parte alta del club y una parte de la cafetería la vamos a reformar este año. Empezaremos en un mes y estarán terminadas para el año que viene, y así ya dejamos Aloha preparada para los próximos cuarenta años en una situación formidable.