Ningún jugador había disputado más majors como profesional (70) antes de ganar uno por primera vez. Sergio lo hizo y disipó por fin sus demonios. El 10 de abril de 2017, en el Masters, alcanzaba por fin la gloria y se enfundaba la chaqueta verde que años antes habían vestido sus compatriotas Seve y Olazábal.
Había llovido mucho desde que en 1999 acaparase las portadas deportivas de todo el mundo al disputarle el triunfo en el US PGA nada menos que al mismísimo Tiger Woods. Sergio, con 19 años a sus espaldas, era todavía el Niño. Perdió aquel grande por un mísero golpe.
Otras tres veces estuvo muy cerca de la victoria en el Grand Slam, al quedar dos veces segundo en el Open Británico (2007 y 2014) y otra en el US PGA (2008). En sus otros diecinueve top-10 antes de dar la gran estocada al Masters destacaban sus terceros puestos en el US PGA (2006) y en el US Open (2005).
Fue a la decimoctava tentativa en el Augusta National cuando por fin se hizo justicia y el Niño dejó atrás por fin su prolongada infancia y se hizo mayor en el Grand Slam.
El impulsivo jugador de Borriol volvía esta vez al Augusta National con otra mentalidad: era un nuevo Sergio, sosegado, con autocontrol. “En otros torneos habría empezado a quejarme a mi caddie después de algún fallo. Ahora he aprendido aceptar las cosas que tienen que pasar. En el pasado he sido muy estúpido tratando de pelear contra algo que no se puede. Ahora miro al campo de otra manera”
Su familia, sus amigos y muy especialmente su esposa han tenido al parecer mucho que ver en el ‘renacimiento’ de Sergio.
Confesó que las notas que su mujer, presente en la conferencia, le había dejado cada mañana en el espejo del baño habían sido una gran motivación. y habló nuevamente del emocionante mensaje que le envió Chema Olazábal. “No comparto mi taquilla (en el vestuario de los campeones) de momento y no me importaría compartirla contigo”, le escribió el ganador del Masters de 1994 y 1998.
En cuanto a cómo forjó su victoria en el Augusta National, Sergio llegó a aventajar en tres golpes en el ecuador de la última vuelta al inglés Justin Rose. Parecía que todo estaba sentenciado, pero dos bogeys consecutivos suyos y un birdie del británico acabaron con su ventaja. Rose se adelantó en el marcador, pero el español no se amilanó y encadenó un eagle y un birdie, que le permitieron llegar igualado al último hoyo del recorrido. García pudo haber cantado victoria con un putt sencillo, pero su bola se quedó a muy pocos centímetros del hoyo. El desempate se dirimiría en ese mismo hoyo.
Sergio encontró calle con su madera, mientras que Rose vio cómo su salida de tee se le iba a una zona arbolada. El de Borriol mantuvo la calma y con un birdie selló su victoria.
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¿El mejor con un solo grande?
Después de terminada la angustia y ganar su primer título, Sergio García bromeó: “No sé si seré el mejor jugador que haya ganado un solo grande, pero es algo que no me quita el sueño”.
Tras el triunfo del español, el capitán europeo de la Ryder Cup de 2018, Thomas Bjørn, dijo: “Ver a Sergio ganar su primer Masters, su primer grande, fue muy especial. Probablemente no hay nadie que lo merezca más que él. Ahora finalmente consiguió uno y probablemente no sorprenderá a nadie si gana un par de ellos más“.
De momento, Sergio no ha conseguido aumentar ese número y sigue en el club de los campeones ‘primerizos’ del Grand Slam, pero no es nada descartable que pueda salir tarde o temprano de ese club.
Con sus diez victorias en el Circuito Americano, sus once en el Europeo y sus cuatro en el Asiático, Sergio García, a sus 37 años entonces y a punto de contraer matrimonio, vivía en abril de 2017 uno de los mejores momentos de su vida.
El nuevo Sergio ganaba el Masters justo el día en que hubiera cumplido 60 años su idolatrado e inolvidable Seve (ganador del torneo en 1980 y 1983).
“Estoy seguro de que me ha echado un par de manos durante esta vuelta”, dijo el de Borriol su domingo triunfal refiriéndose a Ballesteros.
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Trayectoria mundial
Va a ser casi imposible que Sergio llegue a igualar la segunda plaza del ranking mundial que ostentó en 2008 y que ocupó durante 18 semanas. Gracias a su victoria en el Masters, el castellonense llegó a estar quinto en esa clasificación, si bien a partir de entonces fue perdiendo posiciones paulatinamente (empezaba 2022 en el puesto 45o).
Si echamos las cuentas desde la primera vez que se metió en el top-10, el 16 de enero de 2000, resulta que el jugador español ha estado 353 semanas entre los diez mejores del mundo.
Éstas son las fechas más significativas de Sergio en el ranking mundial durante su larga y fructífera trayectoria:
11 de julio de 1999: entra por primera vez en el top 100 del ranking... y ya no ha vuelto a salir.
15 de agosto de 1999: entra por primera vez en el top 50 del ranking mundial... desde entonces sólo estuvo fuera durante cincuenta semanas.
16 de enero de 2000: entra por primera vez en el top 10 del ranking mundial.
24 de junio de 2001: Se mete por primera vez en el top 5 del ranking. En esa posición llegó a estar 118 semanas.
9 de agosto de 2008: Se coloca segundo por primera vez, su mejor clasificación. Mantiene la posición 18 semanas.
El jugador español ha llegado a estar 111 semanas consecutivas (su mejor racha) en el top-10 mundial.