A diferencia de sus colegas de torneo, Tiger Woods no se alojará esta vez en un hotel durante el US Open, que se disputa la semana que viene en Shinnecock Hills, Southampton, en el estado de Nueva York. El astro del golf mundial ha decidido que estará más relajado a bordo de su megayate de 155 pies de eslora (unos 52 metros) valorado en 20 millones de dólares y cuyo mantenimiento anual se estima en unos dos millones de dólares.
El barco, de nombre Privacy (Privacidad) y que requiere de una tripulación de nueve personas para su manejo, se encuentra ya atracado en el Gurney’s Montauk Yacht Club de los Hamptons, a escasos kilómetros del escenario del segundo grande de la temporada.
Woods no jugaba el US Open desde 2015, cuando no pasó el corte en Chambers Bay. En su anterior participación, en Merion en 2013, el californiano acabó en el puesto 32.
El US Open de este año marca el décimo aniversario de la última victoria de Tiger en un grande, la del US Open de 2008 en Torrey Pines , donde se impuso por un golpe a su compatriota Rocco Mediate.
A pesar de que la semana pasada en el Memorial Woods falló estrepitosamente en los greenes aunque enarboló un fantástico juego largo y medio, el ex número uno se muestra confiado en que hará un buen papel en el US Open.
Tiger jugará los dos primeros días con Dustin Johnson y Justin Thomas.
Los tres españoles en el torneo, Jon Rahm, Sergio García y Rafa Cabrera-Bello, compartirán partido. Hasta ahora ningún español ha ganado este grande. El que más cerca estuvo fue Miguel Ángel Jiménez, segundo empatado con Ernie Els, en la edición del año 2000, en la que se impuso Woods con una ventaja de diez golpes.
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