
No es nada habitual, la verdad, pero es lo que ha ocurrido en un campo de golf australiano: un torneo en el que hombres y mujeres compiten desnudos. O prácticamente desnudos, porque llevaban zapatos y gorras para protegerse del sol. Ha ocurrido al norte del país, en el club Humpty Doo, cerca de Darwin, y la iniciativa ha sido posible gracias al empeño de los nudistas Bruce Jensen, de 69 años, y su esposa, Julie, que dirigen un club nudista.

Sin embargo, el comité se olvidó de los golfistas desnudos en las calles octava y novena, ambas visibles desde la casa club, por lo que finalmente acordó que esos dos hoyos no serían jugados por los nudistas.
«Como fue un gran éxito, voy a presionar para jugar en esos dos hoyos el próximo año», señaló Jensen. Un gran éxito relativo, todo hay que decirlo, porque la participación se limitó a una treintena de jugadores.
Jugar desnudo al golf presenta sus desafíos, entre los que destaca el peligro de las rozaduras en la piel al portar las bolsas de golf.
«Hubo un asistente que, en lugar de utilizar un buggy, usó su hombro para llevar sus palos, lo que fue un error porque solo puedes hacerlo cuando estás usando ropa, ya que proporciona una capa de protección», dijo Jensen.
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